Canto Cósmico. Niño de Elche: Todos somos Paco

El Canto Cósmico nos une a todos, es un canto polifónico, no es la voz de uno, es el quejío de muchos. Es un relato colectivo para esbozar a grandes rasgos el retrato del artista, del cantaor, de Francisco Contreras Molina, de Francis, de Paco, del Niño de Elche.

Todos somos Paco, y Paco, es la suma de diferentes voces cercanas a su entorno en esta película que nos acerca al misterio de este transgresor personaje en perpetuo conflicto con el mundo que le rodea.

Lo cierto es que hubiera supuesto una gran desilusión que esta aproximación (en forma de documental) a la figura de El Niño de Elche se hubiera realizado de manera convencional.

Marc Sempere-Moya y Leire Apellaniz se encargan de dirigir con gran acierto esta película en la quetraducen en poéticas imágenes, a modo de retablos vivientes, una de las posibles biografías que alberga este monstruo creativo y polifacético al que es difícil seguirle el ritmo.

Discos, libros, performances, actuaciones, memorandums diarios en redes sociales, un programa semanal en Radio 3, colaboraciones con otros artistas en diferentes disciplinas artísticas, y todas sus reencarnaciones, ya sea como cantaor flamenco, erudito, musa inspiradora, cabeza librepensante o figura incomoda y molesta para los puristas del cante hacen del niño de Elche un inquieto individuo al que casi es imposible abarcar por completo y realizar una instantánea a tamaño natural.

Es importante destacar que “Canto Cósmico” es una película CON el Niño de Elche (no SOBRE el Niño de Elche) que involucra al espectador y a sus protagonistas en la construcción plural de la imagen de este artista voluntarioso profundamente comprometido con la libertad, y nos muestra el uso que hace de esa libre creación como herramienta para la superación del Miedo. Es un ejercicio de difuminación del Yo en el que se diluye el ego.

Canto Cósmico” es una excelente pieza por la que desfilan alguno de sus más reconocibles “partners in crime” (C. Tangana, Los Voluble, Angelica Lidell, el inclasificable guitarrista Raúl Cantizano o un desdibujado Erik Jiménez, etc…) pero que tampoco excluye ciertas voces discordantes.

La indispensable participación de Paqui y Aladino, los padres de Paco y el material de archivo familiar que aportan junto con la omnipresencia del legado de José Val del Omar enriquecen notablemente un proyecto en el que tampoco falta sentido del humor.

Muy recomendable.