De espíritu iconoclasta y sonido heterodoxo, Chico Blanco es un artista y productor esencial en la escena contemporánea española.
Si todos los que hemos hecho posible esta santa casa -en todas sus etapas- nos intentaremos poner de acuerdo para buscar un artista que mejor encarnase la filosofía Beatburguer me atrevería a decir que habría un gran consenso en señalar a Chico Blanco como el mejor indicado para tal empresa. En estas páginas llevábamos ya casi un lustro siguiendo la trayectoria del MC y productor granadino, desde que empezó a ser sus primeros pinitos en la escena underground del sur con el colectivo White Mobb Coño hasta el día de hoy, consolidado ya como uno de los nombres más esenciales de la escena urbana de nuestro país.
Pero vayamos al grano. Lo que nos gusta de Chico Blanco, alias detrás del que se esconde Pablo Cobo, es sin lugar a dudas su espíritu iconoclasta y su sonido heterodoxo, que bebe de fuentes como el house de divas de los años noventa, pero también de las producciones de Yung Lean y Kanye West. Lo hace, además, con un sano equilibrio. Aquí ni hay una voluntad de modernidad impostada ni tampoco una ansia nostálgica que bordea lo casposo.
Y su aventura de homenajear la década que vio crecer la electrónica hasta convertirse en el fenómeno de masas que es hoy está siempre en constante expansión, apropiándose de códigos inesperados en cualquier momento. Ahí está, por ejemplo, el EP que compartió con Soto Asa hace unos pocos meses, “Blanco y Nueve Mix 9”, en clara alusión a la legendaria serie de recopilatorios que sirvieron de educación sentimental para muchos club kids de los noventa. Parecía fácil esto de mezclar el lenguaje house con la música urbana, pero a nadie se le había ocurrido hasta que apareció él (y muchos fueron los que le imitaron a partir de entonces).
Contamos todo esto porque este sábado los barceloneses tendrán una nueva oportunidad de verle en acción en el marco de una nueva edición de Monumental Club, que este 15 de octubre toma la antigua plaza de toros de la Monumental con un cartel musical que también incluye al agitador electrónica Meneo (el hombre que inventó eso del electropical, un neologismo que supone la mezcla de sonidos electrónicos con ritmos tradicionales latinos: cumbia, merengue o dembow), y la DJ argentina Asia Know. La oferta de ocio de Monumental Club, por cierto, también incluye la mejor gastronomía local con un puñado de foodtrucks de algunos de los restaurantes más queridos de la ciudad y toda una serie de actividades infantiles para los más pequeños de la casa.
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