
Chwaer Fawr es el proyecto en solitario de Mari Morgan. Su álbum de debut, titulado con un oxímoron, “Diwedd” (‘fin’), es un punto de inflexión que marca tanto una conclusión como un comienzo.
Cantado íntegramente en galés, Diwedd explora la tensión entre la inocencia y la responsabilidad, entre la vulnerabilidad personal y la resistencia silenciosa. Insinúa la dualidad entre la maravilla de la maternidad y la ansiedad del mundo moderno, entrelazando temas de paz, esperanza y la necesidad de superarse. Las aves y el vuelo son imágenes recurrentes como símbolos de libertad, fragilidad y desafío. El álbum no busca una resolución, sino que ofrece un espacio para convivir con la incomodidad, la maravilla y el cambio.

Musicalmente, Diwedd se mueve en un rincón peculiar y artístico del pop alternativo. Equilibra texturas inusuales con claridad melódica, calidez delicada y detalles nítidos. El disco cuenta con la colaboración de un círculo confiable de colaboradores, como Llŷr Pari (Gwenno, Omaloma), Alex Morrison (Cate Le Bon, H. Hawkline) y Gwion Llewelyn (Aldous Harding, Villagers), con la producción de Gruff ab Arwel (Bitw, Y Niwl), quien contribuye a dar forma a su tierna extrañeza.
A pesar de su título, “Diwedd” no es un punto final; es más bien la exhalación tras una larga inspiración. Marca el final de la lenta y constante creación de un debut y el inicio de un capítulo musical más personal. El álbum es a la vez un diario personal y una protesta silenciosa, no contra una sola cosa, sino contra el olvido de lo que importa. Puede que no sea impactante, pero se queda contigo. A veces, un final es la forma más poderosa de empezar.