Los cambios en la conducta son resultado de la respuesta de un individuo a los estímulos en el medio.
Cosmic Anomaly es uno de los talentos emergentes de la escena techno mediterránea con un sonido más depurado y una personalidad sonora más marcada a pesar de su insultante juventud y que acaba de debutar. Estudiante de psicología con una publicación junto varias investigaciones en neurociencia y productor, así como live performer; comenzó su carrera musical prácticamente siendo un niño, mostrando una prometedora madurez y un ansia de superación técnica que le impulsó a acercarse al live performance tanto en sets híbridos como completamente Dawless.
El techno español no para de producir trabajos de calidad. Y cuando hablamos de calidad no hablamos simplemente de calidad musical, la profundidad conceptual es un añadido de lujo que cada vez está más presente en las producciones de los artistas patrios. Este es el caso de Cosmic Anomaly, un artista que lleva la concepción de la música electrónica a un estado más elevado. Y su EP “Overt Behavior” es un claro ejemplo.
En este EP debut lanzado por Gordo Trax, el productor y amante de la psicología Cosmic Anomaly nos deja ver un resquicio del interior de su mente con un EP increíblemente original, producido íntegramente con sintetizadores modulares derrochando una técnica exquisita y que sirve como punto de partida idóneo para su carrera discográfica.
Ritmos rotos, percusiones violentas, sintetizadores que rasgan la piel abriéndose paso hasta el cerebro y una cohesión y madurez sonora que sorprende para un artista de veintitrés años que tiene mucho que decir en nuestra escena musical.
Acompañando los cinco originales tenemos un Remix de uno de los responsables del sello: Hektor Legion, que vuelve con su contundente sonido modular cargado de furia.
Detrás de toda conducta observable hay un complejo sistema de señales que viajan de una coordenada a otra del cerebro influenciados, en muchas ocasiones, por un subconsciente no observable que se materializa en acciones perfectamente observables y operativizables: bailar en un club a 140 BPM, poner los ojos en blanco, sudar bajo el estrobo… y eso es lo que conocemos como conducta manifiesta.