CRAVO: Hits (Hayes)

En la ciudad de Lisboa en particular y en Portugal en general, está habiendo un interesante movimiento de techno desde hace unos años. Con un grupo de DJs y promotores que se apoyan con sororidad, que buscan conjuntamente incorporar nuevos sonidos y proveerse de plataformas apropiadas para producir; el caldo de cultivo allí parece idóneo. DJs como CRAVO, Norbak, Temudo o Vil (todos ellos creadores de la plataforma Hayes) son ya a pesar de su juventud productores reconocidos a nivel europeo y que se pasean un día sí y otro no por las pistas de baile de la península.

CRAVO, del que venimos a hablar hoy, ha pasado nada más que tres primaveras lanzando referencias en solitario. Sus trabajos fuera de su propia plataforma, se han movido nada menos que en sellos como Klockworks o SK_Eleven. En su primer EP en Hayes desde 2020, el productor portugués remagnifica uno de sus mejores recursos para crear tracks: loops hipnóticos y psicodélicos, pero en esta ocasión más cromáticos, aderezados con samples vocales que le aportan un color alucinatorio a cada track. En ese estado de delirio, “Hits” además añade otros dos elementos poco convencionales: unas percusiones tribalistas y exuberantes… Y unos bpms pendencieros y anormales.

CRAVO

De este modo, el mood de  esta referencia es por lo general deshidratante, abrasivo… Pero no por ello es duro o seco. Temas como “Papabinghi” o “Ghouse” tienen ese aire a hardgroove casi hedonista de principios de los noventa, como si partieran de ese punto en la cultura de club, pero incorporándole toda la suntuosidad disponible de la producción contemporánea. Este, creemos, es el ethos que parece guiar, de forma muy acertada, a los miembros de Hayes y a CRAVO en particular. Una fuerte conciencia del recorrido de la música de baile, pero la conciencia y la necesidad de sanear (también se limpian los palacios antiguos) las referencias y propuestas de entonces. No en pos de vampirizarlas o imitar amargamente a productores clásicos, sino con un fin que creemos que es esencial: que se siga pudiendo hacer techno. La posibilidad de ello depende de la capacidad de los productores para adaptarlo a los nuevos medios. Y en este caso, al menos, parece que funciona.