La artista Danielle Bregoli aka Bhad Bhabie ha pasado de ser carne de un programa de telerrealidad a una artista de rap en pleno auge. Su personalidad y su forma de hacer están en total consonancia con el contexto actual del mainstream y de nuestra sociedad, y su crecimiento exponencial es una prueba de ello. Esta noche actúa en Fuego (Razzmatazz Clubs).
“Cuando llegué a casa después del programa, hacía meses que estaba alejada de las redes sociales. Hacía meses que no veía un teléfono. No sabía ni decir la palabra meme”. Danielle Bregoli se refiere a su primera aparición en el programa de televisión Dr. Phil, con el que, tras su emisión, las redes se inundaron de memes sobre ella y de su “cash me ousside” (catch me outside).
Dr. Phil es un famoso programa de televisión presentado por un colaborador de Oprah Winfrey que, al menos en el episodio de Bregoli, parece unir el formato de Hermano Mayor con el de El Diario de Patricia. En este caso, Dr. Phil invita a una chica de 12 años y a su madre al plató después de enseñar imágenes caseras insultándose y peleando. Después de unos minutos en el que Dr. Phil intenta humillar a la chica con sus preguntas y reproches, aplaudido y con la complicidad del público, Bregoli se gira a la audiencia: “catch me outside” (nos vemos fuera).
Con la emisión del programa y su viralización, la por entonces conocida como Cash Me Outside girl estaba viviendo sus días de fama en Estados Unidos. Bregoli sigue explicando en la entrevista a The Fader esos primeros momentos: “Si venía un fan y se quería tomar una foto conmigo, yo me ponía en plan Why the fuck do you want to take a picture with me? I don’t even know who the fuck you are, you’re just coming up to me saying this wack ass shit to me? Pero ahora me lo tomo como… Okay. Me he dado cuenta que soy famosa”.
Todo esto ocurría en septiembre de 2016, un año antes de que Bregoli, convertida en Bhad Bhabie, lanzara These Heaux, la primera canción que hacía en su vida y con la que entraba directamente en el mainstream musical vía la lista Billboard Hot 100. Los titulares señalaban a la “cash me outside girl” convertida en rapera. Su siguiente éxito, que también entraba en los Hot100, sería Hi Bich, una canción editada por Atlantic con más de 100 millones de reproducciones en Youtube. Hace pocos meses Bhad Bhabie publicaba Gucci Flip Flops junto a Lil Yachty y, más recientemente, Trust Me, junto a Ty Dolla $ign.
Más allá de todas las acusaciones por apropiación cultural (braids, actitud, forma de hablar…), y el hate de los puristas viendo a una chica salida de un programa de telerrealidad ponerse a rapear, es innegable que Bhad Bhabie comprende perfectamente el registro del rap contemporáneo y cómo conectar con el público. El ritmo lento, minimalista y casi esquelético, el bajo distorsionado y la melodía corta de sintetizador que se va repitiendo detrás, hacen de Hi Bich el lienzo ideal para que la voz teenager de Bregoli y su slang, ya viralizado, se pegue en los cerebros de la audiencia yanqui (y global).
“White J’s, white Porsche
White wrist, white horse
Hi, bitch – hi, bitch
Hi, bitch – hi, bitch
I do not sniff it or roll it (no)
It do not drip when I pour it (no)
I do not run, I reload it (no, no)
I do not save it, I throw it
White J’s, white Porsche
White wrist, white horse
Hi, bitch – hi, bitch
Hi, bitch – hi, bitch”
Más allá de eso, la canción recoge el descaro y actitud con la que Bregoli se hizo famosa en la telebasura norteamericana. Y no solo en la forma de saludarnos en el estribillo. En el vídeo, la vemos en un continuo me against the world no solo propio de la adolescencia. Ella en el juzgado enfrentándose a los adultos y supporteada por el público, un grupo de fans de su misma edad. Un escenario similar en el vídeo de Gucci Flip Flops: Bhad Bhabie cantando en la tele, mientras la típica familia norteamericana la ve desde casa y se escandaliza por la imagen y lyrics de la canción.
Se dice que todos nos hemos convertido en artistas y obras de arte. Ahora diseñamos una imagen personal medida casi al milímetro y la exponemos en nuestras redes. Pero lo que llega a la audiencia de forma visceral y creíble va más allá de eso, es la sinceridad, la grieta en ese diseño total. En Volverse Público, Boris Groys habla de como estas grietas suelen presentarse en forma de hechos dramáticos o desagradables. Como decimos aquí cuando vemos realities, “me encanta porque es ella misma sin importarle nada más”.
“En el mundo de hoy, la producción de sinceridad y de confianza se ha convertido en la ocupación de todos”, dice Groys. Y los artistas son especialmente buenos a la hora de autoconvertirse en sujetos reales/en quién confiar. “Hay una vieja tradición en el arte occidental que presenta al artista como una catástrofe andante y -al menos desde Baudelaire- los artistas modernos son adeptos a crear imágenes del mal acechando detrás de la superficie, lo que les otorga la inmediata confianza del público”, explica. Continúa: “los individuos que se muestran especialmente canallescos reciben mayor reconocimiento y fama. (…) Hoy, decidir presentarse como éticamente cuestionable es tomar una decisión particularmente buena”.
El caso de Bregoli es una muestra ideal de todo esto. En un contexto mediático en el que presentarse con una actitud determinada, como el malo/la mala, es la norma, Danielle aparece de una forma genuina. Robar el coche de su madre, pelearse con ella, aparecer en la televisión y enfrentarse con su personalidad como única arma a una audiencia de víboras y, luego, como se hacía en el rap gangsta de los 90, narrar todo el struggle en sus canciones.
Obviamente el contexto es ya muy lejano al de los 90, incluso la idea de realidad que se tenía por entonces. Con la diversificación, comercialización y apertura del hip hop al pop, el significado de lo real se ha reconfigurado y evolucionado hacia el significado que proponen los realities: lo real es ser uno mismo y hacerlo saber al de al lado. Escribiendo esto imagino a Boonk Gang entrando en una tienda y salir corriendo con algo entre sus manos mientras lo retransmite en Instagram y grita su nombre: “Boonk Gang motherfucker!”
Una de las actrices principales en esto han sido las redes. En un articulo que firma Jeff Weiss en el LA Times, How Instagram and YouTube help underground hip-hop artists and tastemakers find huge audiences, Weiss cita al rapero, productor, y cómico en sus redes sociales 03 Greedo: “Mis raps son geniales, mi forma de cantar y mis producciones son inmacualdas, pero eso no es sobre lo que esos niños quieren escuchar. Las redes sociales controlan el music game ahora, y a la vez nos permite enseñar las diferencias entre los sonidos y la imagen de la gente. En LA podemos rebelar nuestras identidades reales, the vigilantes, los escritores de graffiti y los gangbangers que son auténticos y nunca siguen las reglas”.
Si Bhad Bhabie se convirtió en la musa de Yung Beef en su himno a las rachets Danielle Bregoli, no fue solo por sus tracks, sino por todo lo que la rodea, por su actitud, por lo que saltó a la fama en Dr. Phil. Como Dakota de Hermano Mayor pero con un lado más creativo y constructivo, Bregoli no tardó en trasvasar toda su personalidad en Instagram: de los beefs a artistas en IG live, como en el caso de Tekashi69, a mostrar su amor incondicional. En su canción Mama Don’t Worry (Still Ain’t Dirty), Bhad Bhabie habla de que pagará todas las deudas de su madre. Unos días después de la publicación del single, el día de Navidad, regalaba un cheque de 65.000 dólares a su madre para pagar la hipoteca de la casa mientras lo grababa en sus Stories… “Marry Christmas, bitch!”.