De qué hablamos cuando hablamos de R&B en España (y Canarias)

Cada vez son más los artistas que apuestan por el R&B en España y aunque no exista una industria que les apoye, ya sea por su crecimiento en lugares como las Islas Canarias o al empuje de las mujeres, este sonido se está convirtiendo en uno de los más demandados.

 

Después de más de cinco años hablando de trap/música urbana, el panorama español vive entre la repetición y el agotamiento. Por eso, la búsqueda de nuevos sonidos a través de géneros como la electrónica o el R&B han sido los caminos escogido por los artistas que intentan innovar con sus propuestas. En estos últimos meses, el estreno de los discos de Choclock y de Cruz Cafuné (ambos canarios y con una carrera en paralelo) han sido dos de las propuestas más diferentes debido a sonidos cercanos al R&B, aunque en distinto grado.

En el caso de Choclock, Bruno es un álbum más cercano al R&B, pero siempre desde la mezcla con los ritmos latinos o el trap. Como el mismo declaró en una entrevista en Fleek Mag: «Yo no sé ni que es R&B ni que es nada. Estamos en un punto en que todo se ha mezclado con todo. Hay temas de reggaetón sonando en la radio que tu separas la base de lo que es la voz, escuchas la voz solo y puedes pensar que son melodías de R&B, los acordes tienen un rollazo súper R&B aunque los temas sean de reggaetón (…) Yo ya no digo si el R&B está pegado o no porque está en todos lados, igual que el reggaetón o el trap. Es un poco ambiguo. Los géneros están cada vez más desdibujados». Canciones como Vivir sin esto, Tiroteo y No puedo cambiar son una muestra de la búsqueda de esa sonoridad que se encuentra tan presente en este álbum.

En su cuenta de Instagram, Dano, habitual colaborador en los trabajos de los antiguos miembros de BNMP, no tiene reparos en calificar Bruno como R&B y aseguró que es «el primer disco de R&B en castellano de la nueva era: un puente entre el imaginario y el vibe 90s con los sonidos y cadencias de 2020». O sea, como mezclar el rollo de D’Angelo con artistas contemporáneos como PARTYNEXTDOOR, Bryson Tiller o The Weeknd, que llevan experimentando con esas cadencias durante casi una década.

Si en el trabajo de Choclock se busca premeditadamente ese género, Moonlight 922 es un tira y afloja entre distintos campos, siendo uno de ellos el R&B. Pero sin apartarse nunca del rap y dejando hueco para un homenaje a DJ Cava, dj tinerfeño famoso en la escena del OldSchool de la isla. Temas como Tentaciones, Doble tic azul o Balaperdida son una muestra de que el R&B también está presente en este disco. En especial en la última canción mencionada, en la que colabora Flavio Rodríguez, uno de los escasos artistas que durante los dosmil apostó por el R&B en España. Este guiño de Cruz Cafuné a la trayectoria de Rodríguez es un reconocimiento a un artista que apostaba por música más melódica cuando en España no se podía salir del bombo, la caja y las rimas en consonante.

Flavio Rodríguez, cuyo trabajo más representativo es Flaviolous (2007), dejó claro en una entrevista en 2012 lo que siempre ha sido el movimiento R&B en España. «La escena no la veo porque no existe. Siempre digo lo mismo pero es que es la pura verdad. Somos pocos y dispersados. Tampoco pido que nos unamos ni chorradas así, pero lo que está claro es que si todos los que tenemos repercusión hiciéramos proyectos profesionales y creáramos plataformas para promocionarnos y tocar en directo entonces sí tendríamos una escena. Ahora mismo no hay escena. Hay gente que canta bien y hace temas», aseguró hace casi una década Rodríguez, aunque sus palabras podrían valer para el presente.

Canarias, epicentro del R&B

Que los discos de Choclock y Cruz Cafuné sean las últimas propuestas que buscan sonar cercanos al R&B no sorprende. Canarias es el lugar en el que existe un mayor repertorio de artistas próximos a ese género. Y, por encima de todos, destaca un nombre: Maikel Delacalle. Desde el año 2016, cuando empezó a colgar sus primeros temas profesionales, el músico tinerfeño ha hecho que ese sonido se vaya aceptando cada vez más entre la audiencia.

En una entrevista que realicé a Maikel Delacalle para VICE, el canario dijo: «Te puedo decir, y pongo la mano en el fuego, que cuando hace tres años solté Ganas —y un par de canciones, que eran más R&B todavía—, nadie que yo conozca había sacado R&B en español. Nadie que yo conozca, corrígeme si me equivoco. Yo he hecho temas más comerciales, pero siempre tienen su toque de R&B. Ahora es que está empezando a explotar. Le abrí las puertas a mucha gente, sobre todo en las islas».

Y es que, junto a los ya mencionados, se podrían sumar los nombres de Sofi de la Torre (Gran Canaria) o Eva Ruíz (Lanzarote), ambas con un sonido cercano al R&B pero siempre mezclado con otras influencias. Tal vez una explicación para que desde las islas sea donde más propuestas cercanas al R&B se produzcan se debe a que la mezcla de culturas —Europa, Latinoamérica y África confluyen allí— y sonidos deriva en que existan menos prejuicios a la hora de crear. Como un pequeño inciso, también sería reseñable en la escena canaria la aportación de Tony Santos a principios de siglo. Este tinerfeño —criado en el barrio de San Isidro, al igual que Maikel Delacalle— pasó por la tercera edición de Operación Triunfo y fue un auténtico adelantado a su época con temas como Actitud y Un hombre así. Su sonido le sirvió para ser comparado con Craig David, aunque nunca logró consolidar una trayectoria sólida.

Las voces femeninas del R&B

Pero que Canarias sea donde más abundan los músicos que apuestan por este tipo de sonido no significa que sea el único lugar por el que se apueste por este género. Desde las apuestas más mainstream como la de Rels B a otros artistas cercanos al R&B en España como Robie, Aleesha, Paranoid 1966, Odd Liquor o Deva, el catálogo fuera de las islas también es amplio.

Odd Liquor, uno de los primeros en la península en sumergirse en este género y que con temas como Booty Boo o En secreto ha logrado sus mejores resultados, afirmó en una entrevista a BeatBurguer en 2017: «Este rollito R&B cantadito aquí ha salido hace dos días, pero cuando yo lo tenía en mi cabeza no había nada. He tardado un poquito más en aparecer por dificultades de equis. Me da un poco de rabia. Pero aún así me parece muy bien porque creo hay artistas emergentes que están haciendo las cosas bien, pero da rabia». Y entre esos artistas emergentes habría que destacar el gran peso que tienen las mujeres.

El nombre de Deva, anteriormente conocida como D’Valentina, es uno de los que más tiempo lleva sonando en España. Ella misma ha calificado su estilo como R&B electrónico y sus colaboraciones con gente como Odd Liquor, Fuego o Recycled J han demostrado su variedad de registros. Que compañías como Universal o Jagermeister apuesten por ella es una seña de que es una de las figuras con más futuro y proyección del panorama.

Pero si hay que quedarse con un nombre con futuro, ese debería ser el de Aleesha. Una de las apuestas más profesionales a nivel audiovisual y con un registro vocal muy por encima de la media. Su primera referencia, 19:19, fue grabada en Atlanta y es una clara muestra de su versatilidad, capaz de combinar perfectamente R&B y hip hop. Cantar en inglés es su principal hándicap en España —aunque también tenga temas en español—, pero es lo mismo que la puede colocar en el mapa internacional. Con canciones como Outta Ctrl, Si tú quieres o Famou$ ha demostrado que es una de las grandes figuras de esta escena.

Dentro de Whoa!, el subsello fundado por Alizzz dentro de Warner, destacó hace unos meses el fichaje de Robie, una apuesta segura por este sonido. Esta madrileña con ascendencia sueca llevaba años colgando covers en su canal de YouTube, pero no fue hasta que realizó una colaboración con Israel B cuando su nombre saltó al gran público. Con canciones recientes como ¿Qué será? o Contigo ha dejado patente cuáles son sus señas de identidad: estética años dosmil, ritmos pegadizos e hibridación de géneros.

«Yo no hago trap, yo hago R&B», es la frase con la que Paranoid 1966 certifica sus intenciones en el tema Te recojo a las 19:66. Porque esta alicantina, que ha sacado gran parte de sus temas estando todavía en segundo de bachillerato, es una de las que más segura está a la hora de buscar su sonido. Tan necesario como dejar atrás el trap es que no te encasillen dentro de ese género. Tempo, Niñxs malxs o Massocka son una muestra de su talento.

Entonces, después de ver todo esto: ¿de qué hablamos cuando hablamos de R&B en España? Pues que como anunciaba Flavio Rodríguez en 2012: puede haber gente con talento y repercusión, pero no existe una escena. De la misma manera que nunca hubo un trap español nunca habrá un R&B español. Pero sí que existirán personas que hagan su música más o menos cercana a los sonidos del R&B como existen personas que hacen su música más o menos cercana a los sonidos de la escena trap de Estados Unidos. Aunque es innegable que cada vez es más popular este sonido y que son más los artistas que arriesgan con una propuesta hasta hace poco desconocida en España. Eso sí, cuando los medios generalistas empiecen a hablar sobre el R&B español es importante saber una cosa: mienten. No existe un circuito, ni festivales, ni medios especializados, ni emisoras. Por tanto, no existe una escena del R&B en España.