En su segunda edición en su sede barcelonesa, el festival holandés DGTL ofreció 48 horas de electrónica de baile a grandísimo nivel el pasado fin de semana en el recinto del Parc del Forum. Pero más allá de la música cabe destacar una serie de puntos como, por ejemplo, un horario que se asemeja más a los grandes eventos del norte de Europa, más diurno que nocturno. También una buena organización en cuanto a horarios se refiere, puntualidad, un sistema de pago implantado en la pulsera que lograba una rapidez óptima (lo que se traducía en que no perdías ni un minuto en disfrutar de tus actuaciones preferidas), o un cuidadisimo sistema de sonido en cada uno de los escenarios, con una mezcla imperativa de sonido Funktion One junto con sonido Void de impolutos resultados.
Las primeras horas en el recinto las aprovechamos para familiarizarnos con la propuesta de DGTL, a caballo entre la música, el arte y la sostenibilidad, antes de meternos de lleno en el bombo y subgrave que nos esperaba hasta las 03:00am. Las instalaciones que ofrece el Parc del Fórum se mezclan a la perfección con la propuesta del festival. Arrancamos con Flug pero sin gastar mucha suela porque, si de algo estamos seguros, es de que hemos recorrido 600 km para ver el directo de VRIL. El alemán derrochó ímpetu y destreza detrás de su maquinaria para poder ofrece su formato live en una hora.
A las 20:30 hacemos un leve stop en nuestro periplo technoide que vivimos con Tom Russell -más conocido como Truss- y sus sonidos propios: no se anda con chiquitas y durante dos horas nos transporta a su universo paralelo del buen techno. Paralelamente, vimos la instalación de Playmodes, los ganadores del concurso de arte que convocó el festival. El estudio catalán construyó un túnel de luces interactivo de 30 metros de largo donde se usaron materiales existentes como la propia arquitectura del Parc del Fórum. Siguiendo con esta idea de tender puentes hacia otras disciplinas, en el escenario PHONO el VJ del festival presentó un paisaje visual fastuoso.
Cerramos la primera jornada escuchando en el escenario Digital a Maceo Plex. Durante toda su sesión no nos dejó ni un minuto de descanso, hasta que por sorpresa de todos los asistentes soltó el colosal Solid Session de Format #1, que data ya de 1991. Escena curiosa: ¡todos los asistentes están con el smartphone en la mano y la app Shazam! WTF! Sin duda este DJ te hace rememorar viejas glorias y los nuevos clubbers no saben ni por dónde les viene.
Empezamos la jornada del sábado con mención especial para Cora Novoa, que abrió el festival y durante tres horas nos teletransportó a una zona donde sólo ella sabe llevarte. La gallega supo llenar el escenario Stereo con deeps inalcanzables y bombos suavizados para dar paso a Paula Temple. Los asistentes a esta sesión sabían lo que se iban a encontrar e iban con escudo. Conforme andábamos hacia su escenario, su techno crudo y germano iba contagiando nuestro cerebro, hasta que nos vimos en primera fila, puño en alto y ya nadie nos sacaría de ese escenario… aunque queríamos ver a Marc Piñol y John Talabot, que jugaban en casa, ¡y cómo lo hicieron! Con todo, Riverola lo hizo mejor, bajo nuestro punto de vista, en el after oficial en Nitsa Club.
Dimos un leve paseo por el escenario donde Âme & Rødhåd pinchaban. Aunque nos picaba la curiosidad y queríamos oír qué nos tenian preparados, duramos nada más que quince minutos: el formato “back to back” no va con ellos o eso nos pareció a nosotros. Siguiendo con lo germano, el sonido que más nos hace vibrar y recordando momentos como el cierre del Awakenings que tuvimos hace un par de años con Marcel Dettmann y Ben Klock, les saborearlos por separado con larguísimas sesiones para lo que nos tienen acostumbrados en festivales. Acabó DGTL y ya contamos los días que quedan para que llegue la tercera edición, ya anunciada.