Si le pongo el termómetro de estilo a lo que me llega por el buzón de entrada últimamente, percibo un paulatino aumento del buen house y eso me alegra sobremanera. Entre los estilos más celebrados en la actualidad, la música profunda y con contenido adulto parece no estar de moda y esto da la sensación equívoca de que solo hay mierda y no es así.
La música de calidad nunca ha dejado de crearse y reproducirse y los estilos puros, como lo es el deep house, no caducan así por así.
El vinilo que me dispongo a desprecintar lleva en su interior precisamente esto, buen house, profundo y atemporal, crudo y básico cuando toca e intelectual y complejo como complemento.
A lo largo de la última década y media, DJ Aakmael ha presentado un
impresionante catálogo de deep house dinámico y empapado de soul a través de sellos reverenciados como Uzuri, Church, Scissor & Thread, Freerange y Second Hand Records, entre muchos más.
Liderando el lanzamiento está “Hardbody“, distribuida a lo largo de siete minutos con samples de metales entrecortados, secuencias de teclas brillantes, sintes resonantes modulados y percusión aleatoria antes de que “Track 166” cambie el enfoque a una estética más profunda a través de acordes líquidos, percusión orgánica y brillantes melodías de piano.
El acertadamente llamado “Deepshyt” abre la cara B en similares parámetros, y “Strobe” completa el lanzamiento con una sensación House más discoide, fusionando fraseos de guitarra funk con cuerdas cinemáticas y un ritmo de bajo serpenteante creando una sensación rítmica oscilante característica del sonido de este artista.
Música emotiva para gente con las neuronas entrenadas y la suficiente madurez auditiva.
