Habrá que empezar a desmentir aquello de que “nadie es profeta en su tierra”. CLARAGUILAR sí lo es. Como lo son tantas otras como Marina Herlop, Tarta Relena o Maria Arnal. La escena de vanguardia catalana vive un momento dulce, así que no es de extrañar que el ciclo DNIT, responsable de colocar al CaixaForum de Barcelona en la cúspide del experimentalismo sonoro el último viernes de cada mes, apostara en febrero por música y arte casolans.
Con su álbum “Mystery Is All“, publicado en 2021, ya llamó la atención de crítica y público. Sin embargo, para DNIT, decidió presentar un proyecto que poco o nada tiene que ver con aquel. ‘Arcas 2000’ es una idea que nació hace ya años en el Teatre Lliure y que, hace un mes, se explayó más y mejor que nunca en el auditorio del CaixaForum. En él, la productora y sus colaboradores del VVAA Collective reflexionan sobre los nuevos vínculos sociales en un mundo postapocalíptico.
Clara permaneció oculta tras el humo y las sombras (fruto de un trabajo sobresaliente de Oscila Studio) durante toda la actuación. Su magia estaba en lo sonoro, mientras entregaba el protagonismo visual a lxs performers y bailarinxs. Movimientos pronunciados, decididos y perfectamente sincronizados nos transportaron a un mundo casi desierto en el que cuatro piedras ven renacer de nuevo a la vida. Melodías ambient, bases de techno melódico, electrónica cinematográfica y percusiones esporádicas siempre oportunas constituían la banda sonora de las primeras interacciones y formas de lenguaje de un nuevo mundo.
Un nuevo mundo en el que las sirenas de guerra y algunos de los peores episodios de nuestra historia reciente seguían muy presentes, haciendo acto de presencia en la triple pantalla, mientras la voz en off reflexionaba sobre los múltiples puntos de vista, interpretaciones posibles, lecturas y perspectivas aplicables a cada uno de ellos… y a cualquier acto real. Esos son los múltiples arcas, representados en las múltiples miradas que, durante poco más de 50 minutos, aguardaron en silencio a la oscuridad final para estallar en un aplauso que desplegó toda la emoción contenida. La majestuosidad tanto de CLARAGUILAR como del resto de involucrados dotó de una grandeza poco común al concierto teatralizado.
Del intenso renacer de “Arcas 2000” a la observación reposada de “Music For Photographers“
The Black Dog no necesitaban lanzar “Music For Photographers” para seguir siendo referentes de la escena experimental. “Bytes”, “Spanners” y “Radio Scarecrow”, editados por Warp y Soma, respectivamente, son cartas de presentación más que suficientes, absolutamente imperecederas. Pero se dieron el capricho. Fotografiaron la arquitectura de su Sheffield natal y trabajaron durante dos años en un espectáculo audiovisual que genera texturas y paisajes en entornos urbanos.
Con un nuevo integrante en el grupo, The Black Dog estrenan en España “Music For Photographers”. Y lo hacen este viernes en DNIT mostrando una faceta más profunda y oscura de sí mismos. Un terreno hasta ahora inexplorado que nos permitirá descubrir los últimos experimentos viscerales de uno de los nombres más venerados de la música avanzada. Si nos maravillan tanto como lo hizo CLARAGUILAR en el DNIT de febrero, deberemos darnos por más que satisfechos.
Tienes toda la info y entradas para The Black Dog en DNIT aquí.