Por si os había pasado desapercibido el tema, cosa que dudamos, os recordamos que este año se han cumplido treinta años de la apertura de Tresor. Además de un espectacular recopilatorio en el que está el alfa y el omega del techno en su manifestación convencionalmente impecable -Juan Atkins, Surgeon, Jeff Mills, Drexciya, Joey Beltram y un inacabable etcétera de, en su mayoría hombres- la sección del sello ha lanzado algunos 12” y EPs que conmemoran el tercer aniversario de la sala. El último del año le ha tocado a Donato Dozzy, que entregaba hace una semanita “124“, un EP de cuatro temas, con pocas sorpresas, pero aún menos decepciones.
En este extended play del italiano, podemos ver a Scaramuzzi haciendo lo que mejor se le da: hipnotizar al oyente. Si bien encontramos en “Wooden doll don’t cry” alguna propuesta algo excéntrica y expansiva, es en el primer tema del EP y en “Cassiopea 36” donde “124” funciona a las mil maravillas; casi como una palmadita en la espalda para Tresor. “Messy Kafka world”, además de un nombre estupendo, tiene ese ambiente psicodélico y narcótico que tanto caracteriza su sonido e igual que en el cierre, unos timbres agudos y misteriosos que aportan una profundidad cromática enorme a la magnética producción.
Con el tercer corte, en cambio, -“Synthi Chase”- Donato Dozzy vuelve a pensar de algún modo en el acid que produjo en 2018 también para este sello. Es gracias a ello que el italiano hace, de forma apresurada, una síntesis de sus escaramuzas (sentimos el chiste fácil) en el sello berlinés. Un buen resumen y a la vez una suerte de reconocimiento al espacio que éste la ha dado; del mismo modo que Tresor se ha obcecado en reconocer la relevancia del romano y exaltar su influencia. Peloteos aparte, “124” funciona muy bien fuera del homenaje. Demuestra que Dozzy sigue manteniendo la capacidad de hacer que lo difícil parezca sencillo. Alguna de estas cae en nuestra próxima fiesta.