Quien en su día escribió una de las novelas clave para toda una generación de clubbers: Trainspotting, ahora, a sus 60 años, se adentra como productor en el flamante mundo de la electrónica. El escritor escocés Irvine Welsh ha anunciado, aún sin fecha de lanzamiento, la producción de su primer álbum, que deambulará entre techno y acid house.
Welsh, que una entrevista el pasado abril para Mixmag confesó que si no fuese por el acid house el no sería escritor, en su faceta como artista musical tiene como objetivo inyectar diversión y humor, a través de clásicos, efectos y sonidos extravagantes y, en algún que otro tema, su voz cantando en alemán. El autor considera este LP como un contrataque a los jóvenes artistas sin alegría, que dominan la tecnología para crear música en un estudio o en casa, pero que ni si quiera la bailan.
Irvine es todo un apasionado de la industria y todo lo que envuelve al género y sus derivados, de hecho, ha estado pinchando en la gira-promoción de su último libro: Dead Men’s Trousers, una novela que sigue a Mark Renton, de Trainspotting, y su carrera al frente de una compañía de gestión de DJs.