El Centro: Espionaje Low Cost

La serie creada por David Moreno es un ejercicio correcto que describe con sobriedad y eficiencia el trabajo, en ocasiones precario, del Centro Nacional de Inteligencia.

¿A quién no le gusta una buena serie de espías? Un género que nos atrae por el misterio que suele rodear a este mundo, que nos presenta personajes vestidos de intriga, complejidad y dudosos valores éticos. Debido a la complejidad y al oscurantismo de este profesión, resulta sencillo fantasear y meterse en la piel de los espías, aspirando a dejar de un lado nuestras monótonas vidas y embarcandonos en un universo de aventuras, romances interesados y de acción adrenalínica. El Centro es una serie de espías, lo es, pero no es de esas en las que los protagonistas parecen super héroes capaces de desafiar las leyes de la física. Al contrario, los espías españoles son descritos acertadamente como simples funcionarios que tratan de hacer su trabajo lo mejor que pueden. El Centro es una serie honesta porque sitúa a nuestros servicios de inteligencia en lo que realmente son, una agencia que no juega en la champions y que se tiene que conformar con navegar en la mitad de la tabla sin muchas aspiraciones.

PERSONAJES QUE COMPRAN EN EL MERCADONA

En mi opinión uno de los aciertos de esta serie es la descripción de los agentes del CNI, funcionarios random sin ningún tipo de glamour a lo que te podrías encontrar perfectamente en la cola del Mercadona. La serie se aleja de protagonistas que podrían ser portada de revistas para adolescentes o de maduros interesantes con cuerpos esculpidos en gimnasios de diseño. Aquí nos encontramos con tipos normales, que destacan por su compromiso y cuyo músculo más interesante es que se encuentra en el interior de su calavera.

Juan Diego Boto está más que correcto en su papel de jefe sistemático y cerebral, comedido y calmado pero con un toque de nerviosismo y tensión que le otorga un matiz muy interesante a su personaje. Elisabet Casanovas está perfecta en su rol de novata. Tímida, aparentemente insegura, pero siempre cerebral y resolutiva, con una pequeña subtrama que te muestra lo complicado de la conciliación entre su profesión y su vida privada. David Lorente es el contrapunto en la dinámica pulcra, aseada y moderna actividad del espionaje. Él representa a la vieja guardia tirando de socarronería, el humor y la mala leche propia de los que se dedican a esto desde los 80. El resto de agentes también funcionan muy bien, cada uno con una característica propia que suma a la complejidad de un grupo de funcionarios que aparentemente están cortados por el mismo patrón.

En cuanto a los malos de la serie, es verdad que hay algunos clichés clásicos como el del espía ruso, que es malo muy malo sin mayor motivación que.., ser malo. Pero el traidor del CNI está muy bien construído y sus razones son comprensibles, terrenales y humanas. Quizás al personaje de Tristan Ulloa le falte alguna capa, pero se agradece que no sea el típico villano empresario histriónico.    

POCOS TIROS

El Centro no es una serie de acción, durante sus episodios no encontrarás persecuciones espectaculares, ni escenas de acción rollo Torm Cruise, ni un despliegue armamentístico de esos que le encantan a Trump. Al contrario, la acción es más cerebral que física, y tiene todo el sentido del mundo. Ya que en su búsqueda del realismo, esta serie consigue que te creas que su trama podría ocurrir perfectamente en un realidad, no necesita crear un campo de batalla en el que los extras sean fulminados por una rafaga de balas efectista y poco creíble.

Otro de sus puntos a favor, en su camino por la verosimilitud, es la ausencia de tecnología fantasiosa y gadgets alucinantes capaces de resolver algunos momentos de la trama. Esto es el CNI. Por eso para avanzar en el relato se utilizan aparatos que fácilmente podrías conseguir en la tienda del espía que hay en la esquina de tu calle.

LO MALO

La verdad es que hay poca crítica que hacer, porque la serie es honesta en su planteamiento y tiene cero pretensiones de venderte una moto que no es. Quizás existan una serie de detalles que se han incluido para contentar a las instituciones de las que se hablan. Por ejemplo han querido dejar bien claro en un momento de la serie que los GEOS están bien equipados y que nada tienen que envidiar a otras policías de intervención, la verdad es que canta un poco pero no interfiere en la dinámica de la serie. Otro detalle que canta la Traviata, es el peloteo que en un momento de la serie, una agente de la CIA le hace al CNI. En dos ocasiones, en el mismo capítulo, dicha agente le.., perdón por la expresión.., le come la polla al CNI de una manera que es un poco cringe y que demuestra que los creadores de la serie han querido que los del Centro Nacional de Inteligencia saquen pecho cuando la vean con sus familiares.

RESUMEN

Buena serie, sin que se te vaya la olla, no va a pasar al Olimpo de las series pero es un trabajo bien realizado y que como he comentado antes es honesta. Quizá a alguno le parezca aburrida e intrascendente, pero los creadores no te han vendido otra cosa que lo que te han mostrado. Un relato de espías clásico, cerebral y que te demuestra que para este trabajo no se necesita una dosis extrema de testosterona o una belleza de pasarela.