La noche de los muertos llegaba y el ambiente festivo se respiraba por la capital. Disfraces, júbilo, fiesta y sobre todo ganas, pues aterrizaban en Madrid dos de los estandartes más puros del Techno actual. Y es que es imposible hablar de este estilo sin nombrar a Luke Slater aka Planetary Assault Systems y el inimitable DVS1.
El sold out estaba asegurado, y aunque la competencia en Madrid era una realidad, Crow colgó el cartel ese mismo viernes a primera hora. El secretismo que rodeó el line up durante semanas creó una atmósfera de expectación en un público ansioso que asumió de buena gana lo que se venía encima, una noche para el recuerdo.
Roll Dan, nuevo residente de Crow nos daba la bienvenida de la mejor manera posible, un warm up con alma de cierre. Contundencia, progresión y alma en una sesión que se coronó como la más enérgica de la noche. Una oda al techno internacional con temas como Flaws Motion, Sleeparchive 8 y al techno ibérico con producciones propias unreleased o el mítico Generator de Oscar Mulero.
Las tres en el reloj y uno de los lives más aclamados en la actualidad comenzaba a atrapar nuestro juicio, y es que Luke Slater y su show en vivo como Planetary Assault Systems no necesitan más presentaciones. Uno de los mayores responsables de la revitalización del panorama del techno actual durante las dos últimas décadas aterrizaba en la capital, y el entusiasmo que se respiraba era evidente entre el público.
Un emocionante inicio que se fue endureciendo a medida que pasaban los minutos, hasta que las atmósferas se fundieron con la sala creando un momento mágico. La sesión estuvo plagada de auténticas obras de arte como Give It Up, Beam Riders de su último álbum en Ostgut Ton y varios temas de su nuevo disco sacado a la luz hace tan solo dos días. Techno visceral musculoso y decidido que hicieron de este live una auténtica experiencia.
Para hablar del set de DVS1 es necesario haberlo escuchado al menos, una vez. Si no, será muy difícil entender únicamente leyendo lo que el estadounidense es capaz de hacer dentro de una cabina.
Una sesión fluida, redonda, limpia, de transiciones perfectas, temas progresivos y ni un solo fallo. Su profesionalidad y experiencia le permite jugar, experimentar y arriesgar tanto como quiera. Y así hizo, provocándonos una sinapsis perfecta, y dejando el listón de crow a una altura inverosímil.