SAMO ALIVE se coló en el behind the scenes de lo que fue una noche para los libros, el día que se escriba sobre esta maravillosa historia.
Se dice que en España crear escena cuesta, porque la gente es envidiosa, chismosa, dispuesta a tumbar las ilusiones del prójimo para que no oscurezcan las suyas propias. También se dice que el (t)rap es una música plagada de masculinidad tóxica, donde la banalidad ególatra de los cantantes hace imposible una fraternidad productiva. Se dice que somos una generación de tiraos, sin iniciativa. Se dice que sin el dinero de una major no vas a ningún lado. Mucha mierda se vierte sobre nosotros desde las bocas de los aburridos, de los que desean ver cumplidas todas estas malas profecías antes que ver florecer algo de luz un mundo gris.
Pero de este mundo gris de malas lenguas nos fuimos, despegamos, un rato el pasado viernes. Más concretamente a la luna, en la que tanto pensamos cuando entran los Moonchie$. El álbum de $kyhook, igual que el release party en el Fuego de Razzmatazz fue una bofetada en la cara de todo eso. Tenemos escena, amor, talento, fuego y perreo. The kids are alright, better than ever. Come fuck with us.