Entrevista Industrial Romantico

Charlamos con un artista que no deja de sorprendernos y que ha hecho de lo irreverente todo un arte

Primero, gracias por esta entrevista.
¡Gracias a ti! Siempre me alegra compartir pensamientos y experiencias.

¿Cómo estás y cómo ha sido 2025 para ti hasta ahora?
Este año ha sido de una profunda transición: mucho trabajo intenso y también un gran cuidado tanto de mi cuerpo como de mi alma.

¿Cuándo y cómo te encontraste por primera vez con la música electrónica? ¿Cómo era la escena en tu ciudad cuando eras más joven?
Descubrí la música electrónica con unos 10 o 12 años, a través de los CDs de mis padres y otros que “tomaba prestados de las tiendas” porque no podía permitírmelos. Escuchaba Massive Attack, Tricky, Portishead y también AREA, Morricone y muchos más… hasta que un día robé un recopilatorio de MTV en un centro comercial que incluía Knights of the Jaguar de DJ Rolando, Fatboy Slim y Zombie Nation.

Al mismo tiempo grababa cintas desde la radio FM, ahí tuve mi primer contacto con el hardcore y la música dance italiana. Cuando empecé a pinchar techno, alrededor de 1999–2002, éramos solo tres en Milán y había una única tienda de discos de unos 15 metros cuadrados. Todos los clubes y promotores se burlaban de mí y me boicoteaban por intentar traer este sonido a la ciudad.

¿Quiénes fueron tus influencias y quién te ayudó a convertirte en DJ?
Como ningún club pinchaba techno, solo house, empecé a organizar raves y alquilar espacios abandonados. Rápidamente tuve el privilegio de trabajar con la escena de Detroit cuando llegaba por primera vez a Milán. Artistas como Jeff Mills, Robert Hood, Juan Atkins, DJ Rush, Dopplereffekt y Scan 7 fueron quienes realmente moldearon la forma en que pienso y trabajo hoy.

¿Cuándo y dónde pisaste por primera vez una cabina? ¿Y cómo describirías tu estilo?
Comencé como DJ de hip hop y drum’n’bass, pinchando en sound systems durante manifestaciones políticas. Pero una vez que descubrí el tekno/techno, me volví radical con ello. Durante la primera década de mi carrera solo toqué Detroit techno, hardgroove, minimal, acid y tekno. Nada más.

¿Cómo eres en el estudio?
Por todo el estrés de luchar para cambiar la escena y resistir dinámicas tóxicas, a menudo entro al estudio principalmente para liberar tensión, casi nunca con una mentalidad tranquila, lo cual considero una pérdida personal.

Durante los primeros diez años trabajé únicamente con sintetizadores clásicos y cajas de ritmos, TR-909, 808, 606, SH-101, TB-303, y más. Hoy hago música por diversión y con menos rigidez, usando ordenadores y muchas muestras.

¿Cómo ha sido el proceso creativo de este nuevo trabajo?
No tengo paciencia para los discos “falso-intelectuales” que presentan el techno como aburrido, demasiado introspectivo y melodramático. Aunque estudié música clásica, cuando hago techno quiero que hable de mi entorno, por eso suena ghetto.

¿Cómo lo describirías musicalmente?
Pobre pero sexy.

¿Cuáles son tus próximos lanzamientos?
Ahora mismo estoy centrado en escribir libros. Creo que la escena necesita leer más libros que seguir tendencias musicales. Estoy con mi segunda colección de poesía y trabajando en un “manual para arquitectos de realidades paralelas”, mezclando pensamiento visionario con ejercicios de psicología analítica, psicoacústica y psiconáutica. La nueva música llegará con el próximo ciclo de rabia que necesite liberar.

¿En qué eventos y clubes podremos disfrutar de tu música próximamente?
En Italia, me enorgullece tocar regularmente en uno de los pocos clubes limpios y socialmente activos: Tempio del Futuro Perduto.

En el extranjero, estaré de gira en China en noviembre de 2025, Potent Club (Shanghái), Foundation (Nankín), Groundless Factory (Pekín), además de algunas apariciones en radios web y podcasts entre el 5 y el 20.
A comienzos de 2026 arrancaré otra gira en Sudamérica.

¿Qué opinión tienes sobre el estado actual de la música electrónica?
Nací a finales de los 80 y he vivido el cambio de un mundo lento y totalmente analógico a uno instantáneo y completamente digital. Procesar lo rápido que todo está cambiando, a menudo hacia resultados destructivos, es un trabajo constante y agotador. Creo que la escena está en una profunda crisis de la que nadie habla: la crisis de una civilización en decadencia.

Depende de las pocas personas que aún son serias y funcionales preservar y defender la cultura. Yo siempre estaré en primera línea.