
Charlamos con este artista suizo capaz de crear un techno ritualista, emocional y físico.
¿Cómo te encuentras y cómo está yendo el 2025 para ti?
Me encuentro bien, con mucha claridad mental y foco. El 2025 está siendo un año decisivo porque estoy consolidando mi identidad artística y profesional, no solamente como DJ y productor, sino como curador y generador de una estética propia.
¿Cómo ha sido el proceso creativo de este nuevo trabajo y por qué decidiste montar tu propio sello?
El proceso ha sido muy intuitivo, basado en buscar emociones, tensión, rituales sonoros y psicología del impacto.Creé mi propio sello porque sentí la necesidad de total libertad estética. Hay sonidos que no entran en el molde tradicional de la escena post-covid, y prefiero construir mi propio espacio y narrativa en vez de encajar en la de otros.
¿Cuándo y cómo tuviste tu primer contacto con la música electrónica?
Muy joven: primero escuchando sets de techno y psytrance, luego en fiestas locales underground. En ese momento entendí que la música podía ser un universo propio, no solo entretenimiento.
¿Cómo era la escena electrónica en tu ciudad cuando eras un chaval
Pequeña, pero intensa. No era una escena “establecida” — era más DIY, más instintiva, más de pasiones que de estructura profesional. Eso me marcó mucho: la autenticidad por encima del marketing.
¿Cuáles fueron tus referentes y las personas que te ayudaron a convertirte en DJ?
Referentes estéticos: Dax J, British Murder Boys (Regis, Surgeon), UVB, Karenn, Bjarki, Reeko, Joton, Boris Brejcha, Astrix a nivel feeling psicodélico.Pero las personas que realmente me impulsaron fueron amigos cercanos — gente del territorio — que me empujó a tomar riesgos, a comprar mis primeras máquinas, a quemar horas en la experimentación.
¿Cuándo y dónde te subiste a una cabina por primera vez?
En un club local, en Suiza, hace más de 10 años. Era pequeño, 200 personas máximo. Pero para mí fue como tocar en el Universo.
¿Cómo definirías tu estilo?
Techno ritualista, emocional y físico. Industrial en energía, trance en sensibilidad, punk en actitud.

¿Cómo eres en el estudio?
Metódico pero guiado por el instinto. No busco imitar — busco provocar estados mentales. Me obsesiono con las maquinas analogicas, distorsiónes, texturas y frecuencias originales.
¿Cómo te definiríais musicalmente hablando?
Una mezcla de techno crudo, psicodelia y estética oscura — sin miedo a romper estructuras y sin necesidad de complacer.
¿En qué eventos y clubs podremos disfrutar de tu música próximamente?
En varios eventos en Suiza y Portugal, y también en podcasts.
¿Qué análisis haces del panorama actual de la música electrónica?
La escena está saturada de contenido pero con poca identidad real. Mucho postureo, poca alma.Pero al mismo tiempo hay una nueva ola que quiere recuperar autenticidad. La industria se renueva cada 8-10 años — y estamos entrando en una nueva etapa.
Para Unconformist la música electrónica es…
Un arma espiritual. Una herramienta para hackear emociones y romper condicionamientos sociales. Una ceremonia de liberación.



