Chicoblanco a.k.a White Boy es el nombre de uno de los talentos emergente al que la escena española debería tener en cuenta en el futuro más inmediato. Porque este MC y productor, vinculado con el colectivo White Mobb Coño y con la escena underground granadina, vuelve al ejercicio con el trabajo en solitario Life After House, ya disponible en su cuenta de Spotify. Con este EP de cinco cortes, el artista retrata el tránsito musical y existencial que ha sufrido en los últimos años tras haberse sumergido de lleno en el mundo de la electrónica, hecho que de algún modo ha supuesto una metamorfosis en la forma de entender y producir su música.
En su todavía corta trayectoria musical podemos encontrar un mapa repleto de influencias musicales que destacan por su carácter heterodoxo. Como él mismo reconoce, en su trabajo existen “marcas residuales del sonido noventero que representa el rap clásico americano, y ciertos matices que caracterizan al sonido urbano actual que de algún modo están presentes en las obras de Kanye West o Yung Lean”. Pero sobre todo vamos a encontrar muchas influencias electrónicas. “Mucho house de los 90, rollo temazos como `Gypsy Woman´ o `Show Me Love´ […] y en general toda la movida del eurodance noventero y el deep house”.
Y sinceramente, el resultado final de la metamorfosis que representa este EP ha sido óptimo, tanto por su calidad musical como por su condición de rara avis musical. Porque actualmente en la variopinta escena urbana española no hay un sonido hibridado de estas características, que sirve tanto para bailar en el club, para rular por la ciudad, como para escuchar cualquier día de resaca. Permaneced atentes al nombre de Chicoblanco, porque si nada raro ocurre más pronto que tarde su música estará sonando más allá de su Granada natal.