Durante marzo de 2018 se llevó a cabo un estudio por parte del Observatorio Europeo de la Droga y las Toxicomanías, donde se analizaron las aguas residuales de 73 ciudades de 20 países del continente, cubriendo una población total de alrededor de 46 millones de personas. ¿El motivo? Comprender los hábitos de consumo de drogas, rastreando la benzoilecgonina (BE), el compuesto producido cuando el cuerpo descompone la sustancia de clase A, o lo que es lo mismo: el principal metabolito o sustancia de la cocaína. Ahora, un año después, salen a la luz los resultados, los cuales más que sorprendentes son alarmantes.
Aunque fue la única ciudad británica en participar, Bristol se ha coronado como la capital de la cocaína al encontrarse una concentración media de 969,2 mg por 1000 personas en sus aguas residuales. Cabe decir que es curioso que Londres no participase concretamente en este estudio, ya que anteriormente ha estado involucrado en otros de esta índole, además de que el pasado enero salió una noticia relacionada con el tema, informando de que en el Támesis, los altos niveles de esta sustancia estaban modificando el comportamiento de las Ánguilas.
Por otro lado, cabe señalar que una ciudad española como es Barcelona se encuentra en el ranking con una cifra de 733,2mg. Aunque por encima están metrópolis como Amsterdam con 932.4mg, Zurich con 856mg y Amberes con 771.8mg. El estudio concluye, por tanto, que: “Las cargas BE observadas en las aguas residuales indican que el consumo de cocaína sigue siendo más elevado en las ciudades de Europa occidental y meridional.’’ Asimismo, ‘’se encontraron niveles muy bajos en la mayoría de las ciudades de Europa del Este estudiadas, pero los datos más recientes muestran signos de aumento.”
¿Las causas? En primer lugar y la más evidente: o bien que más personas consumen cocaína, o que ha habido un aumento de consumo por parte de las mismas personas. Aunque el informe señala también que, ‘’esto puede reflejar simplemente el aumento de la pureza de la cocaína en Europa, lo que lleva a una mayor detección de metabolitos en las aguas residuales.’’
Además de la cocaína, se examinaron las aguas residuales en busca de anfetamina, MDMA y metanfetamina, de esta última se apuntó: ‘’históricamente se ha concentrado en la República Checa y Eslovaquia, ahora también parece estar presente en Chipre, el este de Alemania, España y Europa septentrional.’’