“Todo el mundo, desde los sistemas solares al hombre, y desde el hombre al átomo, asciende y desciende, evoluciona o degenera, se desarrolla o se descompone. Pero nada evoluciona mecánicamente, sólo la degeneración y la destrucción procede de manera mecánica. Aquello que no puede evolucionar conscientemente, degenera”.
Edu, el último de los cuatro emcees de Urano Players en lucirse en solitario, no podía haber escogido un alias más apropiado que Omega, también la última letra del alfabeto griego. Después de muchos avatares y casi sin previo aviso, la semana pasada salió a la calle su primer disco, Evolución Mecánica, un trabajo que en un principio iba a titularse Frecuencias. La razón del cambio de nombre se encuentra en las lecturas de Gurdjíeff, el autor de la cita que abre este texto, un escritor místico de origen armenio que a principios del siglo XX introdujo en Europa las enseñanzas del Eneagrama del Cuarto Camino. Esta corriente esotérica que busca el despertar del ser humano a través del autoconocimiento también tuvo un peso importante en la creación de Cosmonáutica de sus compañeros de grupo Erik Urano y Zar1, tanto en los textos como en el diseño.
Así, durante los treinta y cinco minutos que dura el elepé, Edu habla en clave pesimista y escéptica de esa degeneración y destrucción personal de proceso mecánico, mientras estampas vallisoletanas como el Pisuerga o el graffiti de Fres VTM se mezclan con nociones de metafísica y la abstracción del universo. “Lejos pero cerca”. Si bien la forma de rapear de Edu Omega es bastante lineal -algo común al 99% de los raperos españoles, por otro lado- el gran atractivo del disco se encuentra en los beats, de los que también es responsable el propio Edu. De su minucioso trabajo con una extensa colección de sintetizadores Korg y Sequential Circuits nacen las atmósferas de Más Allá, los disparos de pistola láser de Combate Espiritual y todo el agradable ruidismo que se puede degustar tranquilamente en cortes estrictamente instrumentales como El Círculo, Viento en la noche o Space Oddyssey. Los scracthes puntuales de DJ Porre –el otro dj junto a Zar y el verdadero miembro oculto de Urano Players-, sumados al sampleo del famoso discurso de Network de Sidney Lumet en 1984, ponen el broche a la parte musical.
Aunque las referencias que pululan por sus versos (Quetzacoalt, Steinbeck o Khalil Gibran) están tan alejadas de los estereotipos raperos como su actitud (“Conocidos fueron al talego, tú presumes de calle” dice en Producto cósmico), Evolución Mecánica salió a la venta el 9 de marzo vía Gamberros Pro -el sello de rap independiente más longevo que existe en España-, exactamente once años después de la primera referencia del label, el decisivo Vintage de Chirie Vegas. En el apartado de colaboraciones todo queda en familia como acostumbran. Raíces y vínculos es una nueva reunión del grupo, Los hombres de las cicatrices otra perla “mitad hablando, mitad rapeando” de Hell Of A Drug -el oscuro e inadvertido proyecto de akaQvmore y Legvizamo- y las nubes de la portada, que recuerdan a las del Energía Libre de Erik y Zar, delatan la mano de su padrino El Hombre Viento en el artwork. “Urano es un planeta, no una estrella”, dice Miguel Grimaldo. Un planeta con vida inteligente.