Si la pista de baile se define generalmente como un espacio de comunión, los baños de un club serían su confesionario y eso es precisamente lo que nos muestra con mirada vouyerística el griego afincado en Berlín George Markakis en su primera película “EX” (2020).
Markakis se adentra en los rincones oscuros de la noche berlinesa acompañando a Diana Kleimenova (modelo y camarera del famoso Kitkatclub en la vida real) que en en el film interpreta a una empoderada camella con aspecto de dominatrix que reparte y consume por igual sustancias y consejos.
En el arranque de la película asistimos al ritual previo a comenzar su jornada laboral, rodado en un tono casi documental, hasta que la protagonista nos guía a sus dominios… Es el WC, el baño, la Toilette, convertida en mugriento dispensario, el reino de Diana y donde los graves del techno reverberan con fuerza desde la lejanía.
Una interesante puesta en escena nos encierra en ese cuarto durante prácticamente la mayoría del metraje. En ese obsceno cubículo, será donde atienda a su amplia clientela de verborrea espitosa y donde ejerce de confesora, madre, gurú, amiga e incluso amante ante un variopinto desfile de personajes en búsqueda de conexión humana.
Es entre esas cuatro paredes, donde los protagonistas crean su burbuja de libertad, el lugar en el que hablan, se drogan y follan reivindicando un espacio, su habitat, se definen como algo diferente, lo peculiar ante una sociedad que tiende a lo uniforme. Unos personajes que hacen de la transgresión a las normas establecidas su modus vivendi y utilizan las drogas como catalizador para interactuar entre ellos.
A pesar de estar ambientada en una noche de clubbing a la berlinesa, la música no es más que un eco: a Markakis no le interesa centrarse en lo musical sino que gira su cámara hacia los individuos que deambulan por el club, hacia sus anhelos, deseos y comidas de tarro, y es solo, al final del film, cuando vuelve su mirada a la pista de baile para retratar también como el baile funciona como conexión entre ellos.
La artista japonesa multidisciplinar Mitzucker Rae Ramsom, debuta como actriz con un papel secundario y firma, junto con su pareja, bajo el nombre de M+1 la banda sonora del film.
La película funciona como un retrato explícito de lo más intimo de la fiesta (con escenas de sexo explícito, continuo consumo de estupefacientes y largas digresiones sobre identidad o género) y con acierto realista hace una instantánea de los oscuros recovecos de la noche haciendo apología de esta peculiar revuelta hedonista. Un elogio a lo placentero que se enfrenta a otros modos de vida convencionales desde ese microcosmos extremo alejado de la normativa.
Para muchos será una película interesante que plantea arriesgadas reflexiones sobre la individualidad, la sexualidad o el género mientras que para otros será la típica chapa que te comes en los baños al salir de fiesta por unos cuantos brasas durante 85 minutos. Personalmente creo que es una película que funciona muy bien como juego entre realidades y tiene muchísimas virtudes, pero que a su vez, contiene tantos momentos brillantes como otros que resultan EXcesivamente cargantes.
“EX” de George Markakis está disponible en Filmin. Puedes ver el tráiler bajo estas líneas.