Un álbum único en su metagénero, compuesto por 7 temas inmersos en varios paisajes sonoros que amplifican la diversidad de los ingredientes mezclados.
Un álbum que se podría definir como trip-hop progresivo, en el que Marco Foresta y Mattia Ricco deambulan entre sonidos electrónicos, tribalismo, ritmos lentos y fragmentos de momentos aleatorios de Rai Radio Tre, junto con los sonidos de los bosques de Canavese, transformando los paseos en exploraciones de una misteriosa jungla tropical: un hombre de provincia se transforma en un hombre de mundo.
Un álbum único en su metagénero, compuesto por 7 temas inmersos en varios paisajes sonoros que amplifican la diversidad de los ingredientes mezclados. Composiciones que parecen viajes a través de los recuerdos de otra persona, que recuerdan a los viajes escolares a “Minitalia”.
Como un viaje en bicicleta aventurero, cinematográfico e intenso. Impresiones distorsionadas de viejos discos de vinilo encontrados en mercadillos o regalados por familiares que han descartado sus tocadiscos en el ático para escuchar música en sus teléfonos.
Una mezcla lúdica de voces oscuras, ritmos potentes y arreglos elegantes, donde el sonido se moldea con un estilo preciso, orgánico y variado: es poco probable que escuches algo parecido, pero te recordará muchas cosas que ya has experimentado.
Es como visitar una antigua villa abandonada, inmersa en el bosque, reclamada por el bosque: cada habitación resuena de manera diferente, caótica, tranquila y serena. Cada puerta esconde el poder de un lugar inquieto lleno de recuerdos asimétricos pero ordenados y desmoronados: el entonces se convierte en el ahora. Las rimas infantiles paganas rezuman de las paredes. Una mezcla promiscua que posee una densidad sonora salvaje, artesanal e ingeniosa: esta es la clave para descifrar la receta del spezzatino porcino.