
Facta regresa a Wisdom Teeth con ‘Gulp’: un miniálbum vibrante y en alta definición, repleto de voces distorsionadas, bajos potentes, sintetizadores y ritmos vibrantes que definen su lúdica y psicodélica faceta de la música club contemporánea.
Escrito en un rápido arrebato creativo a finales de 2024, el disco reúne diversas facetas creativas del productor en un todo nítido y cohesivo. Encajando a la perfección con el nicho estilístico forjado por sus sesiones de A&Ring y DJ (junto al cofundador del sello, K-LONE), percibimos la influencia del minimal de los 2000, el tech house, la música soundsystem británica, la electrónica ambiental, el dub y mucho más, conviviendo de una forma natural y personal. Muchos de los temas surgieron como bocetos dibujados en la carretera, entre festivales, conciertos en clubes europeos y giras por Japón. Por eso, el disco transmite una sensación de movimiento y dinamismo, y se siente poblado de voces, recuerdos, personas y lugares.

El enfoque característico del londinense en el diseño de sonido y la interacción entre géneros se muestra aquí en todo su esplendor. Los ganchos vocales generativos se funden y deforman en extrañas y fluidas formas, mientras que los sintetizadores se estiran, desafinan, doblan y se disuelven en el espacio antes de recuperar su forma original. Los teclados imitan los formantes vocales humanos, creando melodías que se sienten a la vez orgánicas y extrañas. Las líneas de bajo se deforman y distorsionan, como si se remodelaran a partir de diferentes propiedades sintéticas.
A lo largo del disco, se aprecia el compromiso de expresar ideas sencillas o familiares de formas nuevas e inesperadas, mientras que la experimentación y la innovación se presentan de forma clara e intuitiva. Las referencias a géneros musicales preciados se utilizan con cariño como referentes personales: minimal y tech-house con bleeps; dubstep y funky breakbeat; house de Chicago; dub techno. Sin embargo, los sonidos y las influencias se combinan y entrelazan de forma inesperada. Cada tema está meticulosamente diseñado y reducido a sus elementos clave, que luego son manipulados, alterados, distorsionados y llevados al límite. Como es típico en la música de Facta, los contrastes insólitos se desarrollan a lo largo de la música de formas inesperadas. Los estados de ánimo cálidos y relajantes se entrelazan con matices de tensión o incertidumbre, mientras que los momentos más oscuros del disco se abordan con un toque ligero y juguetón.