Flavien Berger es aún una figura fresca y nueva en la escena electrónica francesa de la que emergió hace ahora cuatro ejercicios con Leviathan, pero lo suyo ya empieza a elevarse a la categoría de fenómeno: ha agotado entradas en el mítico Olympia Hall de París y no se perderá ni uno de los grandes festivales galos de la temporada.
El galo podría considerarse el penúltimo hijo bastardo de la escena french touch con un sonido que ha ido basculando cada vez más hacia un pop electrónico oscuro y con toques de ciencia ficción que encuentra en Kraftwerk, Stereolab y M83 sus referentes más claros. De padres cineastas, Berger es un loco de la ciencia ficción, de la cacharrería analógica y de los videojuegos: creó música por primera vez y de bien joven con el Music 2000 de PlayStation.
Esta semana vuelve a Barcelona para presentar su nuevo disco, Contre-Temps. Las citas son mañana mismo en Apolo y el miércoles en el Dabadaba de Donosti. Aún puedes hacerte con tus entradas aquí.