Atmósferas rítmicas y profundas combinadas con oscuridad y opacidad sónica en el nuevo EP de Gilliana.
Ha sido una muy grata sorpresa para mí degustar con calma el nuevo EP de esta artista norteamericana afincada en Berlín, que tiene por nombre real Dana Gill. Sus trabajos autoeditados rezuman esa calma tensa que transmite la ciudad en la que habita, en las largas noches de invierno, tal vez al salir de un club oscuro y recorrer las calles de vuelta a casa con los ecos rítmicos de la pista de baile difuminados en la bruma del amanecer.
A base de texturas líquidas y etéreas y breaks rítmicos ralentizados, la artista transmite esa opacidad sónica que se produce en tus oídos cuando han sido expuestos a una violenta dosis de decibelios. Una especie de acúfeno agradable.
No es el primer trabajo que edita esta mujer y ya conocía su obra de joyas anteriores, que os recomiendo busquéis con premura, os adelanto que no es fácil dar con ellas.
Este disco en concreto verá la luz en algún momento del mes de Abril, permanece atento a su Bandcamp que en breve estará disponible: