Gonçalo: “He visto a grandes estrellas a mi lado que hoy en día ya nadie conoce”

Hablamos con el DJ y director artístico portugués del festival andaluz Dreambeach, pocos días antes de su actuación en HallowANTS, la fiesta de ANTS en la Nueva Cubierta de Leganés.

 

Gonçalo acababa de aterrizar y estaba esperando a recoger sus maletas en el aeropuerto cuando recibió nuestra llamada. No fuimos muy oportunos, pero eso no impidió que, desde el primer minuto de conversación, percibiéramos en el artista portugués una cercanía, calidez y simpatía difíciles de encontrar hoy en día en la escena (desgraciadamente).

Gonçalo lleva desde los años 90 haciendo el gamberro entre tiendas de discos, cabinas y estudios de producción. Desde hace menos (siete años, concretamente), decidió aprovechar todo lo aprendido y convertirlo en un festival. Un festival que, según él mismo afirma, es de lo mejor que hay en Europa en términos de electrónica, entendida esta en todos sus campos.

Gonçalo forma parte de HallowANTS, line-up diseñado por ANTS y WAN Festival para la noche de Halloween en la Nueva Cubierta de Leganés y de eso (además de muchas más cosas) pudimos hablar durante 36 agradables minutos.

 

DJ, productor, booker… ¿Cómo debería presentarte a quienes no te conocen?

Soy DJ y productor, sí. Soy músico, en realidad, pues estudié conservatorio. Booker no es la palabra que mejor define mi trabajo. Sí que hago contratación artística, pero no hago booking, es decir, yo no contrato para terceras personas, sino que creo eventos. Tengo que conocer a la perfección las nuevas tendencias del mercado y entender qué es lo mejor para cada momento y cada lugar. Hay que crear un concepto, un contenido y contar una historia a través de la música.

 

Entonces, ¿qué eres más: músico o director artístico?

Soy ambas. Son dos profesiones que se complementan a la perfección. Como artista, estoy obligado a estar a la última y a saber qué club está funcionando. Es el mismo trabajo que necesito como director artístico. ¿Qué mejor forma de dar al público lo que quiere, que siendo uno más de ellos? Los festivales en los que hay artistas involucrados funcionan mucho mejor, tanto de cara al público, como también de cara a los propios artistas. Uno no puede dirigir un festival desde un ordenador, sin salir de la oficina en todo el año.

 

Por seguir con las dualidades… ¿Más español o portugués?

Tengo 40 años y he vivido 20 de ellos en cada país. Soy portugués. Es mi país, mi cultura, mi infancia. Adoro a mi país. Mi familia está allí, pero yo he formado la mía en Sevilla. Es un 50-50.

Tu historia, de hecho, es un muy buen ejemplo de cómo labrar una carrera como DJ. ¿Qué consejo le darías a alguien que quiere llegar a ser DJ internacional?

Esfuerzo, dedicación y que sea fiel a sus principios. Hay un camino más fácil para llegar al top, pero en él veo cosas que no entiendo, como artistas que son puros productos con fecha de caducidad. Si eres fiel a la música que de verdad te gusta, llegarás lejos. Ahora bien, el camino hacia arriba es muy, muy complicado. Yo llevo años peleando en esto y sólo hace un tiempo he empezado a ver resultados, hablando claro. Yo he visto a grandes estrellas a mi lado que, hoy en día, ya nadie conoce. Sube despacio, no tengas prisa, mantén los pies en la tierra. Siempre, los pies en la tierra.

 

¿Aconsejarías algo similar a alguien que quiera ser director artístico?

El primer consejo que le doy a un director es que se ponga ropa muy cómoda y se pase un verano entero tanteando todas las pistas de baile que le apetezca. Que vaya a ver a Richie Hawtin, a Oscar Mulero, a Noisia, a Martin Garrix y a J Balvin. Que escuche absolutamente de todo. Que dé siempre oportunidades a las nuevas tendencias. Todo, para entender lo que a la gente le hace feliz. No puedes dirigir artísticamente un evento desde un prejuicio. En Dreambeach, que es el festival que yo dirijo, hay cosas que, personalmente, no me gustan, pero reconozco su valor y no tengo problema en decir que son buenas. Por ejemplo, no me gusta el reggaetón, pero escucho una canción de J Balvin y sé ver que está bien hecha. Los prejuicios no son buenos compañeros.

 

¿Le aconsejarías a un DJ que adoptara también esa faceta de director artístico?

Siempre digo lo mismo: no soy quién para dar consejos. Si lo fuera, los vendería. Desde mi perspectiva, puedo decir que ser director artístico es un trabajo que llena mucho, al igual que ser DJ. Me han preguntado muchas veces qué preferiría ser si tuviera que escoger. Yo, ahora mismo, no entiendo mi vida sin ambas facetas. Yo soy un artista y me encanta pinchar, pero trabajo de lunes a viernes 10 horas al día programando. Cuando llega el fin de semana, apenas descanso, pues me toca ir de club en club a actuar, durmiendo muy poco. Llevo ocho años haciendo esto. Es muy duro. Pero es muy positivo para mi persona. Me satisface y me llena. Y sacrifico muchas cosas de mi vida personal para ello.

 

¿Tenías claro tu camino desde pequeñito o fue todo una casualidad? ¿Cómo terminaste siendo director artístico?

En efecto, fue una serie de casualidades. En Portugal, tenía dos tiendas de discos. Vine a pinchar a la discoteca Catedral, en Sevilla. Mi música era tan diferente, que el club me ofreció una residencia mensual. Así que empecé a venir cada mes. En cada viaje, traía discos de Portugal que me pedían y los iba vendiendo de casa en casa. Acabé abriendo mi tienda en Sevilla, claro. Así empezó una forma de trabajar y de ser que extrapolaba lo que era un mero DJ. Luego, la vida terminó llevándome hacia la dirección artística.

 

En alguna ocasión, dijiste que tuviste que dejar de producir para encontrarte de nuevo con la música que más te identifica. ¿Qué pasó?

Yo tengo un carácter muy techno. Me muevo entre los 125 y los 128 bpm, como máximo, pero me gusta el techno. Cuando saqué “Mental Help”, se hizo masivo y me invitaron a pinchar en clubs donde la gente esperaba sonidos tech-house muy mainstream. Mi música no era eso, en absoluto. Una vez me llegaron a decir “pon el “Mental Help” y terminas ya, si eso”. Los sellos ya no querían mi música, la música que yo había estado creando durante años. Querían el “Mental Help”. Eso me generó una crisis de identidad muy problemática. Pasé de cobrar 300€ a cobrar 2.000€. Sabía que podía ganar incluso más, pero yo no quería eso. Así que paré. Hay que ser fiel a los principios de cada uno. Si no, ahí hubiese empezado mi caducidad. Preferí parar, dar un paso atrás, coger un impulso y seguir adelante. Hay que saber adaptarse (yo he actuado tanto en elrow como en Tresor), pero siempre dentro de unos parámetros.

¿Cuál es tu estado actual? ¿Produces? ¿Te has encontrado con tu música?

He encontrado mi camino. Estoy publicando en varios sellos en los últimos tiempos, alguno de ellos muy underground, como es el caso de la casa holandesa Independance Records.

 

Gonçalo y Dreambeach son prácticamente uno. ¿Representa ese festival el buen estado de salud de la escena musical andaluza?

Dreambeach es mucho más que Gonçalo. Es un equipo humano brutal, lleno de gente que quiere contar historias. Desde el que monta los escenarios hasta el de seguridad, todos son Dreambeach. Yo soy una pieza más.

En cuanto a la escena andaluza, opino que es una escena de altos y bajos, como en todo el mundo. Eso sí: a nivel de festival ahora mismo, fuera de Andalucía, incluso fuera de España, Dreambeach es el festival más importante de música electrónica -olvidando los Primavera Sound, Sónar y otros eventos con un apoyo institucional tremendo-. Son un ejemplo para cualquiera. Pero, quitando a estos de la ecuación, nosotros estamos posicionados en el top. Hemos cambiado el concepto desde nuestra primera edición.

 

¿Y qué hay de la escena portuguesa? ¿Vas mucho por allí?

Ha estado muy arriba en los años recientes, pero ha desaparecido con la gran crisis que vivió el país. Ahora mismo, está recuperando su salud con eventos como Neopop (icono underground de Portugal) o Brunch -in Lisboa y clubs como Lux (en Lisboa) o Gare (en Oporto). Yo he llegado a pinchar 12 horas en Gare Porto. Y terminé tocando a 132 bpm, algo que no hago jamás. Imagínate lo que fue esa noche. De corazón recomiendo mucho conocer la escena de Portugal, además de todo lo demás que ofrece el país, claro. 

 

Una de las noches más bonitas del año es Halloween. A ti te toca viajar a Madrid, a la Nueva Cubierta de Leganés, para actuar en HallowANTS, el evento de ANTS en el que compartirás cartel con Andrea Oliva, Joris Voorn o Hot Since 82, entre otros. En general, parece un evento muy tech-house…

Sí, en efecto, es muy tech-house. Dentro de tus gustos, tienes que adaptarte al entorno en el que vas a tocar. Toqué con Joris Voorn en Nox (Madrid) hace un mes y acabamos pinchando b2b y entendiéndonos perfectamente. Al estilo de Andrea Oliva, me temo que no me acerco mucho… Me acerco más a un Joris Voorn, que es más electrónico. Me identifico más con él.

Pero, en realidad, te consideras un artista techno, si bien versátil. Podría llegar a sorprender que apuestes por ANTS.

Son carteles en los que hay que estar. Interesa estar. Es Madrid, es una marca ibicenca potente, es un público de 10.000 personas. Para mí, es importante estar en esta fiesta. Me adaptaré a la situación, claro, pero estará divertido igualmente. Me tocará hacerle el warm-up a grandes artistas.

 

¿Nos puedes contar algo más de esa noche de Halloween? ¿Mantienes contacto frecuente con alguno de los artistas?

Nunca he tocado para ANTS en Ibiza. Sí lo he hecho en Ushuaïa, pero para otras fiestas. Y sí toqué antes para ANTS en Madrid, en Fabrik. Mantengo una buena relación con Francisco Allendes, Andrea Oliva, etc. Al final, vivimos todos en Ibiza. No es para nada mi objetivo terminar siendo residente de ANTS. Me siento más identificado con otras marcas de la isla.

 

¿Por ejemplo?

Pues, por ejemplo, Pyramid, por donde este año han pasado artistas top. Afterlife también me encanta.

 

¿Qué hay de Dreambeach 2020? ¿Cómo se presenta la 8ª edición? ¿Alguna exclusiva?

Estamos creando nuestra identidad y vamos a más. Te puedo adelantar que, en lo que a música techno se refiere, va a haber un nuevo concepto en la carpa. Un concepto que es el futuro. Queremos hacer algo muy grande, muy muy grande, y lo estamos construyendo dentro de los plazos. Muy pronto, la gente podrá descubrirlo. Seguiremos con nuestro hardcore, drum n’ bass, hip hop, mainstream…

 

¿Especial predilección por alguno de esos estilos?

El drum n’ bass underground me chifla. Yo he llegado a ir a Londres a ver a Andy C all night long en Fabric.

 

Aparte del propio Dreambeach, ¿en qué está trabajando ahora mismo Gonçalo como director artístico?

Colaboro con eventos como el Weekend Beach, donde hay un escenario techno. Ahí aporto ideas y artistas. También tengo el proyecto de Dreambeach en Chile. La de este año será la 2ª edición allí. Pero, sobre todo, me centro en Dreambeach Villaricos. Es difícil añadir más cosas. ¡El tiempo es limitado!

 

Y como artista, ¿en qué andas metido ahora?

Pues estoy trabajando en una gira por Latinoamérica en enero. Es muy importante para mí. Será mi primera gira por el continente como tal. Haré seis países. Llevo mucho tiempo con ganas, fijándome en esas escenas y deseando vivirlas de primera mano. Tengo entendido que el vibe que se respira en Chile es muy parecido al de Berlín.