Soy una persona fetichista de cosas absurdas, por ejemplo, me ponen las cosas escritas en alemán, me mola hacer como que lo pronuncio guay y siempre que entro en contacto con el idioma me veo a mi misma en ese pedazo de ciudad que es Berlín, haciendo la gamba en cualquiera de sus múltiples tugurios rodeada de látex, cuero y demás parafernalia. Mi definición del Valhalla. vamos.
Este disco me llama como ese dedo de humo que salía de los filetes en los dibujos animados de Tom y Jerry, y cuando lo desprecinto encuentro cantidades ingentes de eso que me gusta tanto: la EMB grasienta, los ritmos marciales, el sabor a saliva y tabaco y la bronca en la pista.
El tema que bautiza la criatura, “Gitarren Im darkroom” es un compendio de todo eso en su versión original y efectivamente como sugiere el título, combinando guitarras y ciberdelia a la perfección.
“Mishel” remezcla el hit que abre el EP y lo acerca al bacalao bien entendido, sonido del año catapún en versión de hoy.
“Die Gottliche Bewegung” cuenta como invitada con Angstvor Greta a los vocales colaborando a crear una joya de ácido underground y primitivo.
“Hanzo” revisita este impronunciable tema en clave electro macarra con muy buenos resultados en la pista de baile. Se cierra el release con “XYXYXX“, mi favorito de todo el disco, con ese 303 ralentizado y esos vocales retorcidos de sabor exorcista.
Un trabajo que tiene exactamente todo lo que me calienta por dentro en dosis ingentes.
