Seleccionamos algunos de los principales trabajos de la alemana, intensamente transgresora, protagonista en Human Club.
Desde sus orígenes como DJ y productora, Helena Hauff ha seguido un recorrido que, dentro de su clasicismo (trabajar en analógico, ceñirse a ciertas influencias) ha resultado extraordinariamente original. Su primer trabajo de estudio en solitario, “Actio Reactio” (Werk Discs, Ninja Tune) fue una carta de presentación extraordinaria: sonidos rudos, de 808s, repetición nerviosa y muy, muy pocas innovaciones sin resultar retro.
Después de su estreno Hauff continuó su sonido con tintes ácidos y toques de EBM, que le aportaban a su propuesta techno (cuando no electro) una violencia y unas texturas enormes. Ese estilo más físico, le llevó a lanzar su LP debut, “Discreet Desires”, en 2015. Pero de ese mismo año, tenemos que destacar “Lex Tertia” (Werk, Ninja Tune). Su paleta, muestra algo así como una indiferencia hacia los sonidos humanos y, combinando el electro con una acidez peculiar; genera paisajes extraordinariamente angustiosos pero satisfactorios.
Ya en 2018 y de nuevo bajo el paraguas de Ninja Tune le llegaría a la productora residente en Hamburgo su coronación. Su segundo LP, “Qualm”, es un trabajo caótico, ácido, entre el EBM y el electro más hiriente y corporal; con concesiones cercanas al rock que practica en proyectos paralelos y con muy pocas referencias a un techno que no se disuelva en otras influencias. Desde entonces, sin prácticamente ninguna referencia discográfica en solitario, Helena Hauff vive de la intensidad y los fundamentos de este álbum; una destitución de la armonía a través de aparatos clásicos.
En su faceta de DJ, Helena Hauff comenzó mostrando de forma mucho más explícita la diversidad de sus influencias. En su estupendo podcast de hace ya ocho (¡!) años para Groove Magazin, por ejemplo, es capaz de admitir referencias del indie o el post-punk, acercarse al electro, e incluso incluir temas que podrían entrar en un set de dark disco. Unas selecciones extraordinarias para el momento en el que fue lanzado; con un carácter remarcado y unificador: la oscuridad.
Apenas dos años después, la incorporación de motivos más industriales y de noise y hardcore era mucho más plausibles. La acidez ya formaba parte esencial de su mix para Phormix, lo que daba pie a mezclas que incluían electro, braindance y mucho espacio para la experimentación con ritmos más acelerados y rotos. en este caso la oscuridad toma un cariz lóbrego e inhóspito, propio de su música en el estudio, e incluso por momentos tendente a la abyección.
Pero si nos queremos hacer una idea más completa de cómo suena Hauff a los platos, lo mejor es volver hacia nuestro presente de la mano de uno de sus mices más frescos, el que realizó para Bassiani. Capaz de incorporar breaks, de conjugarlos con un electro muy agresivo y un house subido de tono, la DJ alemana juega ya a estas alturas en otra liga. Eso sí, sin renunciar al aire tenebroso heredero del industrial y el ebm que caracteriza su música en el estudio.
Helena Hauff estará este sábado junto con Djohnston en Human Club de Razzmatazz. Tienes toda la info y entradas aquí.