Ida Matsdotter: Dark Love (Innan Gryningen)

El pasado martes fue el solsticio de invierno. El día más corto del año, con menos horas de luz. Ante tan deprimente u oscuro fenómeno, Ida Matsdotter lanzó un largo y denso EP de cuatro temas y más de treinta minutos. La artista sueca, más conocida por su nombre artístico Fjäder (que no ha utilizado en esta entrega), es un nombre algo idiosincrático del Deep y ambient techno actual. Su gusto por mezclar elementos de la naturaleza, de un aire romántico, antiguo, o kitsch-mágico con la fuerza de ritmos graves y profundos, convierte su propuesta en una especialmente particular.

Anunciado simplemente con la escueta frase “to shed light upon darkness”, este “Dark Love” es la referencia más larga de Matsdotter desde hace prácticamente tres años. En sus cuatro cortes, -un ejercicio de comedimiento y vastedad- la productora sueca lanza, sorprendentemente, uno de los discos de ambient techno más imprescindibles de este curso. Pocas concesiones al oyente en casi todo el extended play; que sólo se libera un poco de ataduras en las dos últimas pistas. Mientras que en “I want it” añade un inesperado sample vocal, es en “The Real Does Not Lie” donde Fjäder saca todo su arsenal. Más hipnótico y nervioso, este corte es uno de los mejores del repertorio de esta DJ, uno con evocadores fondos y sin embargo con kicks de lo más naturales; que aportan ese toque tan tenso al conjunto. Su extensa duración, casi doce minutos, permite grandes y repentinas variaciones dentro de la necesaria monotonía. Pero es la extraña acumulación de esas narcóticas capas lo que le aporta un toque extático, una sensación muy particular para el tipo de propuesta general que se desarrolla en este “Dark Love”.

Con el EP entonces, Matsdotter refuerza la impresión velada del solsticio de invierno: a partir de ahora la luz es cada vez mayor. No es que “Dark Love” sea un disco luminoso (de hecho, es especialmente oscuro hasta para su autora, que es un poco dark-gótica), pero nos recuerda, como todo buen trabajo de este corte, que todo trance y momento siniestro tiene su gozo adherido. En ese sentido, ninguna de las canciones de “Dark Love” sobra. Las dos primeras, más comedidas, resultan las esenciales para generar ese ambiente opresivo, que ni siquiera se libera después; sino que se va revelando lleno de matices. Algo místico o profundamente pretencioso, la música de Ida Matsdotter tiene ese poso naturalista y observador, sensible; que dota de mayor sustancia al resultado. Juzguen ustedes mismos.