Ignez regresa a Token con “Aventurine”: un EP de techno revelador de primer orden.
Hablamos desde aquí repetidamente de techno y hemos reiterado a menudo que techno es una palabra que se vende muy barata últimamente. Parece que la democratización masiva de los medios de producción musical han poblado el panorama de música, demasiada música, en la que no destacan muchos trabajos por su personalidad u originalidad. Encontrar algo decente entre los cientos de temas que se ofrecen a la semana en las tiendas y plataformas de promoción es como meter la batea en un río esquilmado en busca de ínfimas pepitas de oro.
Token Records es uno de los sellos en los que con casi total garantía se puede encontrar techno excelso y en esta ocasión y de la mano de Ignez, creo que sinceramente han editado uno de los mejores discos de techno de este y los próximos años. Así de meridiano. Este disco apareció en mi radar cuando ya estaba en la calle, principalmente porque Token nunca nos envía los promos anticipados, y desde el primer compás que escuché supe que se trataba de un disco especial.
Una vez comprado religiosamente el EP completo en Bandcamp y degustado con la calma, tengo que afirmar que llevaba años sin escuchar algo tan fresco y a la vez tan serio.
El primero de los cortes de este vinilo, Aventurine muestra de manera arrítmica en su comienzo dos samples que se van alternando, una campana de iglesia y un golpe de violonchelo, esto ya de salida es sorprendente. Sobre este groove mínimo se suma la base rítmica a los pocos compases convirtiendo esa alternancia de sonidos bizarros en groove super mental. Una capa más de secuencias a los Jeff Mills se suma a la ecuación de forma progresiva y la guinda la pone un sample vocal susurrante. Exactamente una suma de todo lo que me vuelve loco en un tema de techno.
Seraphic viene a continuación, rítmica potente desde el comienzo, secuencias asimétricas, atmósferas etéreas y a medio metraje esa secuencia que sale por encima de todo y convierte esto en una orgía de baile abstracto. Tremendo pepinazo.
Cara B que abre con Verdant, de introducción cósmica durante unos segundos a la que inmediatamente se suma la rítmica, compleja y elaborada. Los sonidos crudos de cuerda que se incorporan a medio metraje son la firma de este productor tan sorprendente y de nuevo ponen la guinda a un trabajo impecable.
Cure es el último de los cortes, una vez más introducción etérea para súbitamente cambiar a groove feroz. Las muestras vocales son la magia de este tema, creando una secuencia de regusto tribal sumamente hipnótica.
En definitiva, el mejor EP de techno que hasta ahora han catado mis acúfenos en lo que va de año. Busquen a este señor en Bandcamp y cómprense todo lo que vean que no ha dado todavía una puntada sin hilo. y esto no ha hecho más que empezar.