Durante aproximadamente una década, el cineasta hispano-alemán afincado en Berlín Enrique Sánchez Lansch ha acompañado intermitentemente al músico británico Matthew Herbert para asomarse a sus procesos creativos dando cómo resultado un película que documenta y clarifica alguna de las iniciativas artísticas llevadas a cabo por este fascinante creador durante estos últimos años.
“A symphony of noise” arranca cuando Herbert se encuentra trabajando en el disco “One Pig”, un proyecto experimental consistente en grabar los sonidos producidos por un cerdo (siempre el mismo) a lo largo de toda su vida. Se trataría de la captación sonora de todo un ciclo vital. Desde el nacimiento hasta la muerte e incluso su posterior uso gastronómico. El álbum llegó a incluir el sonido de la cabeza del cerdo golpeando una mesa, su descuartizamiento, el producido por un instrumento de nueva creación que usaba la sangre del animal o el ruido de los comensales mientras masticaban su carne. El disco resultante supuso una de las reflexiones más inteligentes en torno a los hábitos alimenticios que jamás se haya realizado.
Al igual que otros artistas contemporáneos cómo es el caso del dúo norteamericano Matmos (en su disco A chance to cut is a chance to cure todas las composiciones se crearon a partir de los sonidos registrados en un quirófano durante la realización de liposucciones y otras intervenciones de cirugía estética), Herbert trabaja en una constante búsqueda de nexos de unión entre la Electrónica y la Música Concreta (género surgido en los años 30 a partir de la aparición de grabadores de cinta magnética).
El documental nos irá mostrando los diferentes métodos de trabajo de este recolector de sonidos, maestro absoluto en la utilización del sample y artista fundamental en la evolución del lenguaje musical de la electrónica durante las últimas décadas. Será el propio Herbert a lo largo del film el que vaya explicando a cámara ciertos aspectos acerca de su creaciones.
Su obra estará cargada de significado. El uso de la tecnología y la experimentación sonora funcionan como herramientas para dar forma y articular un discurso vital de importantes connotaciones políticas, éticas y morales.
Las texturas y diferentes modificaciones de esos sonidos hacen que la naturaleza en si misma, el entorno, los ruidos que nos rodean y que están presentes en nuestro día a día se conviertan en su principal instrumento musical.
El contacto en su juventud con su primer sample, un Casio CZ-1, serían el punto de arranque de un modo de expresión que no ha dejado de evolucionar y con el que sigue experimentando a lo largo de los años.
Su música cargada de contenido político supone una llamada a la reflexión, a la pausa y a la escucha. Invita a la reflexión. En este sentido se asemejaría a determinadas intervenciones llevadas a cabo por Bill Drummond (the KLF). El coro de los 17 de Drummond (del que quedó constancia en el documental “Imagine waking up tomorrow and all music has disappeared” y que formó parte de la programación del In-Edit en 2016) y la cabina de grabación de Herbert que aparece en “A symphony of noise” podrían considerarse experimentos paralelos.
El documental irá repasando diferentes proyectos de este teórico del ruido hasta llegar a los más recientes. Uno de ellos sería la recuperación del formato en directo de la Big Band (que ya había usado años atrás) como vehículo para expresar su oposición al Brexit realizando una gira por Europa invitando a participar al mayor número de músicos posibles o la actual colaboración que mantiene con un astrofísico para poder llegar a escuchar el sonido del Universo.
Los premios del cine alemán premiaron el diseño de sonido de este estupendo documental que está disponible dentro de la programación en Filmin del Festival In-Edit 2021 y que no sólo está dirigido a los aficionados a la música electrónica o fans del músico. Muchos descubrirán una interesantísima e inspiradora figura volcada absolutamente en la creación de un arte fiel a si mismo e involucrado en un discurso consecuente, coherente y contemporáneo.