El encuentro, ya fuera cósmico o casual, entre un estudiante mancuniano que mostraba interés por el ocultismo (especialmente por las enseñanzas de Aleister Crowley, Austin Osman Spare o William S. Borroughs), Genesis P. Orridge, y una joven llamada Christine Carol Newby nacida en el condado de Yorkshire y que a partir de entonces comenzaría a llamarse Cosey Fanni Tutti, durante un Acid Test en la universidad de Hull (una especie de fiesta hippie en la que se experimentaba con LSD), haría temblar los cimientos del arte contemporáneo.
Comenzarían a partir de ese momento una relación que iría mucho más allá de lo sentimental y juntos proyectarían acciones artísticas, transgresoras y multidisciplinares que serían un puñetazo directo al estomago de la moralista y conservadora sociedad que imperaba en Gran Bretaña durante la década de los 70.
Fundarían junto con la ayuda principalmente de Peter “Sleazy” Christopherson y Spydeee Gasmantell a los que se sumaría posteriormente Chris Carter, el colectivo COUM Transmissions. Un grupo artístico vanguardista surgido de la mugre y formado por jóvenes con inquietudes muy alejadas a las que por herencia supuestamente les correspondía al haber sido criados en los grises barrios de la clase trabajadora del norte de Inglaterra durante la postguerra. Los miembros del colectivo irían rotando a lo largo de los 7 años que se mantuvo activo (1969-1976).
Su inspiración partiría principalmente del surrealismo, el dadaísmo y el accionismo vienés, de los textos de los poetas de la generación Beat, del movimiento Fluxus de George Maciunas en el que militaba John Cage y por supuesto, de la banda que formaría en Nueva York posteriormente junto a Lou Reed, The Velvet Underground.
Tomarían las calles de Hull en Yorkshire y posteriormente las de Londres realizando llamativas e irreverentes intervenciones. Performances y actuaciones callejeras agresivas, coloristas y provocadoras en las que se desafiaba todo orden social y moral pre-establecido. A raíz del la polémica que provocó en la prensa británica una retrospectiva de su trabajo (titulada “Prostitution“), realizada en el Instituto de Artes Contemporáneas, un diputado del parlamento llegaría a referirse a ellos como “destructores de la civilización occidental “.
Serán los protagonistas directos de esta historia, los miembros de COUM Transmissions, en tiempo presente (las entrevistas se realizaron a lo largo de 2019 y 2020, Genesis P. Orridge falleció debido a la leucemia en marzo de 2020), los que irán narrando los recuerdos de aquel emocionante periodo de activismo, caos, desenfrenada creación y terrorismo visual, poético y sonoro.
Se construye así una interesante crónica que destaca por estos testimonios en primera persona que irán tejiendo la historia del colectivo y su posterior transformación en Throbbing Gristle (Cartílago Palpitante), banda fundacional del género que se denominó Industrial, indispensable para entender el posterior desarrollo de la música electrónica.
La película nos permite avistar en cierta medida, el ideario, las motivaciones internas de esta cuadrilla de marginados que con su transgresora y combativa propuesta transformaron la manera de ver y entender el mundo y constatar la magnitud y el impacto, a día de hoy aún perceptible, que sus acciones tuvieron en diferentes ámbitos del mundo del Arte.