Un EP de cinco canciones que abrazan la electrónica llena de electroclash dosmilero, dance noventero, EBM oscuro y synthpop canalla con letras que nos hablan de desenfreno, erotismo y desamor.
Infanta regresa con más fuerza y descaro que nunca con Deseo Imperio. El nuevo trabajo del proyecto artístico de Ainara Rodríguez se presenta con un sonido propio en constante evolución. En esta ocasión la bilbaína está flanqueada por el talento de Frances Ribes y con Manu ScummV en labores de producción explorando cajas y ritmos para entregar una fantasía sonora que nos hace imaginar como si Susana Estrada fuera la vocalista de Crystal Fighters.
Después de varios singles post-pandemia y su EP Letal, la música de Infanta continúa adentrándose y experimentando en nuevos terrenos que miran al futuro sin dejar de lado esencias clásicas. Una obra que habla del deseo en diferentes situaciones y formas a través de cinco canciones que tienen un poso bailable y adictivo. Lo que hace un lanzamiento muy accesible que invita a sudar en la pista.
Deseo Imperio nos introduce en el peculiar universo de Infanta. Un mundo repleto de matices propios de un corazón roto que se contradice con su propio erotismo y fortaleza. Todo ello conjugado por un amor a la música y al club que se extrae de las múltiples fuentes sonoras que combinan en un cocktail intenso y sabroso.
Se detectan influencias de un EBM industrial en ‘Whiskyllora’ hasta un espíritu bakala de finales de los 90 en ‘Un Secreto Más’. El fenómeno electroclash realizado en España en los 2000 salpica composiciones como ‘Ves esta lágrima’ y ‘Deseo Imperio’ y el synthpop narcótico con toques retro-futuristas de ‘Baile Olvido’ le hacen tener un poso atemporal a la propuesta.
Deseo Imperio es atrevido y arriesgado, pero sobre todo divertido y variado con una Infanta más desatada y poderosa. Un chute de adrenalina que se publica en Discos GELE, el sello discográfico del dúo catalán La Élite, y que mantiene la idiosincrasia en la búsqueda del talento emergente e irreverente con algo que merece la pena mostrar.