Personalmente tengo debilidad por el norte de España, su paisaje, su gastronomía, sus brebajes y sus gentes, me tienen absolutamente encandilado y busco cualquier excusa para escaparme allí siempre que puedo, que es demasiado poco.
Y algo gordo se está cociendo en el norte, pero de hace ya un tiempo. El percal de música electrónica nacional se mueve felizmente por esos lares. Y ya no sólo por la cantidad –cada vez mayor–, sino por su calidad y personalidad. Donosti, Bilbao, Gijón, Vigo, A Coruña, Pamplona… son algunas de las ciudades con mayor inquietud en las propuestas de sus artistas, colectivos, sellos o clubs, que hacen de este uno de los lugares a los que hay que acudir, sí o sí, si lo que se quiere es disfrutar de esta movida.
En el mes de abril de 2014 abría sus puertas en Donosti el Dabadaba, un club que combina música en directo con sesiones de dj, que se pone patas arriba cada fin de semana. Multitud de colectivos de la ciudad como Paraleloan, Espiral, Pawnn o Bae se activaron entonces y tienen su base de operaciones allí. Y es habitual ver artistas locales como los (Two) Mamarrachos, Reykjavik 606 o Javi Pez manejando la cabina o los brebajes espirituosos que circulan por la barra. La ciudad cuenta con nuevas caras entre los selectores como Katza (Paraleloan) u Ope Loeb, nuevos talentos que pinchan aquí y allá a los que también habría que sumar a Alvva, Manci, Frances B o Flaca.
El “Daba” lo lleva Alex ‘Kokoshca’ junto a su Jon Ander y Sebastián Sallaberry y esa sensibilidad musical se deja ver en una rica y variopinta programación, cuidada hasta el más mínimo detalle, incluida una de las mejores cartelerías más bonitas que se pueden ver en la escena.. Por allí han pasado, entre otros, The Allah-Las, The Soft Moon, Barracudas, El Último Vecino, Hot Chip (Dj set), Kiasmos (Dj set), Helena Hauff, Red Axes, Vladimir Ivkovic, y un largo y sonado etcétera. El club viene a ser lo que se puede (o debería) esperar de un club: un punto de encuentro de gente con gustos musicales bien diversos que cruzan inquietudes y coinciden allí para disfrutar de la música y pegársela. En una órbita más hip hop, cabe destacar al beatmaker Telmo Trenor, una de las sorpresas más destacadas de la reciente edición de Sónar.
En la vecina Bilbao, este pasado mes de junio se inauguró Klubba, un nuevo club de música electrónica, de pequeño formato, impulsado por Iñaki Abasolo y Alain Elektronische, dos activistas locales que llevan años agitando el clubbing local. En sus primeros meses en marcha, han pasado por su cabina artistas nacionales y locales como Álvaro Cabana, Rayko, Gorka Laispur o Juan Bazz (Jazzotech), junto a los propios Abasolo y Elektronische, djs residentes del club. Este último se sitúa al frente del colectivo PAWN (“Empeños a lo fiesta”) –aportando el siempre necesario sentido del humor a la escena–, y el sello de música disco Rare Wiri, junto al dj y productor Rayko.
Alternativas frescas al omnipresente Fever, toda una institución allí, que cuenta con Blue Fever, la sala dedicada a los asuntos del baile, por donde han pasado artistas como Matthew Jonson, Scuba o Dj Tennis. Allí se celebra mensualmente Robot, sesión a cargo de Djv-Sound que ha programado a Nina Kraviz, Kiasmos, Daniel Avery, Ewan Pearson, Ivan Smagghe o Rebolledo. Sesión que viene precedida por Art After Dark, su aperitivo en el Museo Guggenheim, donde los invitados de la noche realizan allí un set de una hora junto a los residentes del invento. El sarao se celebra entre las 22 y la 1 de la noche, y está pensado para acercar el museo a la muchachada, que abre expresamente en este horario especial para estos días.
Mientras tanto, en la parte de arriba del legendario Kafe Antzokia se instala cada viernes y desde hace ya cinco años el club Stereorocks, donde se albergan las fiestas de Vocoder Club, Downtown Disco, y donde bimensualmente ceden la sala a las noches de Paraleloan. Por allí han pasado artistas como Avalon Emerson, Fort Romeau, Trevor Jackson o Skatebard. Y el viernes 22, sin ir más lejos, estarán Simian Mobile Disco junto a Les Alsborregach, la dj residente del club.
Entre los productores locales sigue en la brecha y en gran forma míster Aitor Etxebarria, alias El_Txef_A, publicando material en varios sellos nacionales e internacionales, como Permanent Vacation o Hypercolour, y al frente de sus propios dos sellos, Fiakun y Forbidden Colours, donde edita material propio y de artistas como Eduardo De La Calle o Andrés Aguirre. Bilbao, es además la ciudad del norte que alberga los principales saraos electrónicos, con Basoa, el nuevo espacio electrónico asilvestrado del BBK Bilbao Live, inaugurado en la edición del 2016, por donde han pasado este año artistas como Andrew Weatherall, Dixon, Dj Tennis, Motor City Drum Ensemble o Honey Soundsystem. Y el Mugako Festival, que los próximos 13 y 14 de octubre traerán a Vitoria a Kassen Mosse, Silent Servant, Veronica Vasicka, entre otros. Sin olvidar a Mark Luva y su sello vanguardista trance Sweat Taste. Las cantaditas nunca habían sonado mejor.
Unos pocos meses después del ’Daba’, abría sus puertas en Gijón el Lanna, nuevo templo de la electrónica asturiana, que inauguraba con las sesiones de Kresy y Marc Piñol, apostando por una programación de primer nivel que llevó al club en su primera temporada, entre otros, a Ewan Pearson, John Talabot, Troy Pearce, Reykjavik 606 o Pau Roca. Con el tiempo, mientras se afianzaban las noches de house clásico o de onda discoide, los clubbers locales han ido demandando progresivamente sonidos más techno y son habituales los artistas de Pole Group, siendo Oscar Mulero el que más lo peta allí, sin duda. Recientemente se ha podido ver en Lanna a Silent Servant, Neil Landstrumm, Paula Temple, Abdulla Rashim, Derrick May, Todd Terry, Roy Davis JR, Ian Pooley o Tyree Cooper. En Lanna hacen sus fiestas promotoras como Pure Works (quien han traído a Antoni Maiovvi o Alexander Robotnick): Beyond Family, en una línea más house y disco, con contrataciones como la de Ellen Allien y grandes sorpresas para esta temporada; o GoEnjoy, de corriente tech-house con astros como Cuartero o Dennis Ferrer.
También a manos de Rubén Fernández y Jorge Romero –los responsables de Lanna– y junto a otros dos socios, Hugo Rolán y Carlos Vena, The Bass Valley es algo así como el hotel de Twin Peaks pero en la versión electrónica asturiana. Con su propio estudio y set de dj, se organizan allí máster clases de cacharrería y producción musical a cargo de fenómenos como Luis Rozalén (HD Substance), Marc Marzenit o Uner, y sesiones de dj por las tardes. El lugar, de visita obligada y en marco incomparable, ofrece la opción de pensión completa en sus diferentes cursos y eventos.
Otro colectivo que organiza fiestas en el arrebatador campo asturiano, a cielo abierto, es Bailando con Lobos, con el prolífico Roman Polansky al frente, que cuenta con su propio programa de radio y su cervecería con programación semanal de djs, su nueva guarida. En su barra, birra mediante, puedes encontrarte fácilmente a don Alejandro Rodríguez, alias Kresy, sin duda el productor local con más enjundia, con material publicado en sellos de referencia como Hivern Discs, Freerange o Feline, y al frente del suyo propio, Discomaths, donde suelta material de Clip, Rumore o del propio Kresy. Entre los productores de crema electrónica, están LCC, Fasenuova, Skygaze o Ruptur3, entre otros. Mientras el festival LEV, as usual, se mantiene como cita indispensable para los enfermos de música electrónica. Y existen otros activistas electrónicos, como NMOR, que crean magia en espacios naturales, o Aquasella, con 21 ediciones a su espalda, consolidado ya como uno de los eventos de referencia a nivel nacional. Agitadores como Portal, Promodiscopy, ASA People, Jarabe de sinte o el programa 90dbs también están agitando el Principado.
Pamplona se sitúa en la punta de este triángulo de las Bermudas de la escena del norte: sabes cuando entras en él pero no cuando vas a salir. Allí está el Kato’s, un pequeño club que viene incendiando las noches pamplonicas con directos y dj sets a cargo de artistas como el zaragozano Chelis –su segundo hogar-, otros tantos del sello Cómeme (Alejandro Paz, Matias Aguayo, Sano), Fernando Lagreca, Dj Kigo (Desparrame, Calor) o Piek, uno de los productores locales con mayor proyección, que se ha cascado uno de los álbumes de electrónica del año. Y el Nicolette, en Iruña, un clásico de la noche navarrica con 17 años de vida, que sigue programando groove en todas sus mutaciones y demás yerbas electrónicas. Allí son habituales djs y productores veteranos como Rubén García –alias Garcy Noise y Aiby and The Noise–, responsable del sello Justified Cause; o Iñaki ‘Kreator’ Calvo, legendario dj local y responsable de sellos como I-Traxx, Sofa Tunes o Musex Indutries.
Galicia cierra este trip por la escena electrónica nacional. De un tiempo a esta parte, se ha generado allí una movida en torno al hip hop y sus diversas y más recientes variaciones, con su punto de partida en el sello vigués Arkestra y algunos de sus artistas, como Mweslëe y BFlecha. Nombres que vienen sonando desde hace ya unos años, a los que habría que sumar curtidos colectivos como Banana Bahía Music, que exploran nuevos caminos dentro de esos ritmos rotos y negroides. La movida en Pontevedra se mueve alrededor de los Certain People y su sello, Certain Music, en unas coordenadas más discoides y house, donde editan a The Rhythm Odyssey, Casey Tucker, The Groove Brothers o Kresy. Precisamente allí se celebró el 8 de julio el Flop Festival, donde se pudo ver (y escuchar) a Peggy Gou, Jackwasfaster, Grobas, Viktor Flores y a los propios Certain People.
Ya en Ourense, y vía Barcelona, donde reside actualmente, tenemos a Cora Novoa, jefa en esto de la electrónica nacional, que viene publicando su música desde el pasado 2009 en sellos como Natura Sonoris o Hivern Discs, y que desde el pasado 2015 lo hace ya en su propio sello Seeking the Velvet. Otros nombres procedentes de Ourense que vienen sonando, son los de John Axiom, You_El (Monkey Club, Dial) y Presumido. A Coruña, destino final de este clubbing-tour, es sin duda otro de los puntos calientes, con djs clásicos de la escena como Grobas o Dj Ino, y más recientemente Eme Dj, que se ha pateado todos los festivales de música “indie” de la piel de toro. Entre los productores, destaca el nombre de Alex Silva, que bajo su alias Astroboyz publica en sellos como Struments o Canadian Duck Tapes, o Noaipre, siempre con una inspiración más típicamente británica y uno de los mejores embajadores del UK funky a nivel estatal. Colectivos como Norweside, con Judah al mando -hermano, precisamente, de Grobas- y talentos como D.L. Blando y Arufe, también merecen ser seguidos de cerca. Judah ha impulsado recientemente en el mítico Playa Club la fiesta Chalana. También ahí cabe destacar el trabajo que está haciendo la promotora Wake Up trayendo al noroeste algunos de los artistas más punteros del clubbing internacional: Richie Hawtin, Luciano, Claptone, Dubfire… Hay faena.