A fuego lento en lo espectral y encerrado en lo exuberante, “Do Without Saying” recopila cinco pistas, cada una de las cuales recuerda un conjunto separado de nodos históricos en house, techno, ambient y otras escenas adyacentes a la pista de baile.
A fuego lento en lo espectral y encerrado en lo exuberante, “Do Without Saying” recopila cinco pistas, cada una de las cuales recuerda un conjunto separado de nodos históricos en house, techno, ambient y otras escenas adyacentes a la pista de baile. Las voces están presentes, pero se disfrutan más por su tono que por sus palabras. Los temas centrales se llevan a través de surcos graduales, que siempre podrían haber tomado otro camino. Dales tiempo para que se transformen y su expresión se hará evidente.
“Sugerir un proceso intuitivo de identificación a través del silencio. Utilizar el silencio como una forma de no identidad. Considerar la tactilidad sobre la logofilia. Saber que un buen groove se siente y no se escucha. Hacer “sin” tener que decir y sin necesidad de explicar. Expresar de forma abstracta. Para sentir que no necesito deletrearlo para ti. Confiar en que otros tratarán de resolverlo por su cuenta. Saber que no siempre tendrán éxito. Amar la palabra pero reconocer lo que no se puede expresar. Relevar intencionalmente la atención del letrero. Recordar que algunas cosas continúan sin verbalización. Defender que el caballo blanco no es un caballo. Huir del exotismo y rechazar la cosificación, pero manteniendo la mística. Para prevenir la hinchazón. Para matar de hambre el vórtice de atención. Para enviar en blanco. Para guardártelo para ti. Para guardarlo para ti“, dice Jacob Ohrberg.
