No estoy seguro de si a Kenneth Branagh se le ha pasado la pataleta de creerse Sir Laurence Olivier pero si algo tengo claro son dos cosas: la primera es que mucho (y cuando digo mucho es muchísimo) te tienen que agradar las canciones del machacón de Van Morrison (también conocido como Van the Man o el León de Belfast) para aguantar del tirón estos recuerdos de infancia del bueno de Kenneth, porque tiene mérito que en 98 minutos lleguen a sonar hasta 10 temas compuestos por el cantautor irlandés. Y la segunda: no es de extrañar que viendo el éxito que tuvo “Roma” de Cuarón de cara a los premios de la Academia y que su inmersión en el cine de superhéroes no terminó de cuajar haya decidido hacer su particular revisión de la niñez en obligado blanco y negro pero al modo norirlandés a ver si sonaba la flauta.
Lo único que cabe destacar de todo el film es el trabajo de fotografía del grecochipriota Haris Zambarloukos. Y ya está. Lo demás desprende un tufo a naftalina que echa para atrás. Aún así parte de la crítica, por no decir su mayoría, destacan su emotividad y preciosismo y la sitúan entre las favoritas en la carrera de los Oscars. No dudo que unas cuantas nominaciones le caerán (y premios seguramente también).
Por mi parte, sólo puedo daros el mejor de mis consejos y es que en esta ocasión no se os ha perdido nada en el cine. En mi humilde opinión (y supongo que errónea para esos señores que gustan saborear un buen whisky de barrica irlandesa mientras suena el “Brown Eye Girl” y el “Have I Told You Lately” en bucle y a volumen moderado en su reproductor de cedés) es una película que de plana e insulsa, resulta obscena, por no decir absolutamente vacía.
Ni emoción, ni tributo a la ciudad, ni espíritu irlandés, ni tan siquiera lo suficientemente emotiva cómo para buscar la lágrima fácil, ¡Nada! Kenneth Branagh, tu cine siempre ha pecado de pedante y rancio, pero su peor defecto es que encima es aburrido. Otro ejercicio de mediocridad sentimentaloide que añadir a tu decadente filmografía en caída constante desde comienzos de los 90.
“Belfast” se estrena en cines el 28 de enero. Con toda seguridad, en la mayoría de ellos, podréis disfrutar de una película mejor en cualquiera de sus otras salas.