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Rouge

“Yo vivo entre dos mundos porque no quepo en ninguno. Yo no sé de dónde vengo tampoco se mi futuro”. Entre dos mundos. Así suena la música de Khaled: la herencia marroquí y la herencia andaluza siempre han cristalizado en sus temas creando un sonido tan personal como auténtico.

Rouge es su nueva mixtape en solitario y sin lugar a dudas podemos decir que es su trabajo más maduro hasta la fecha. El artista, escapando del corsé más rapper y del trap, ha dejado constancia de que el aroma a calle Elvira se pega a cualquier tipo de ritmo que se proponga, porque en esa calle suenan todos estos palos y mas.

Da igual que sea un dancehall emocional, como el que canta junto a Shainny en Pégate a Mi. Da igual que sea un reggaetón duro como en Me Gusta Como Te Mueves, junto a su vecino granaíno Tito, quien se hace unas líneas bien duras. Da igual que sea un reggaetón para bailar pegado como el que canta junto a Demaro. “Si nos pillan haciendo el amor, le echaremos la culpa al alcohol”, cantan. Khaled rapea, canta con afectación flamenca y con sensibilidad latina, también arabe.

Pero Khaled no se olvida de su sonido más característico. La rabia y agresividad con la que se monta los ritmos de Trap es su seña de identidad mas extendida y con ella abre la tape: Huerta Carrasco, single que ya adelantó con un vídeo en el barrio que homenajea, sirve de introducción y a la vez de tope. Es decir: Ya sabéis que hago esto, pero escuchad la que viene ahora.

Mea Culpa quizá sea probablemente la canción que mejor define el ADN de Khaled. La canción por excelencia de Rouge y la que condensa todo lo que nos viene a decir con la mixtape. Esta segunda pista del disco la comparte con el siempre  dramatico Trapani. La unión de fuerzas esta vez nos deja ante un inspiradísimo track sobre la calle y la vida dura, pero totalmente extrapolable al club y las formas mas comerciales de música urbana global.

Mortadelo y Filemón, producida por Enry K, pone el broche final para acabar la mixtape. Suena a rap noventero, gris y casi nostálgico. El fraseo de Khaled, con la agresividad bajo control en todo momento, se convierte en un homenaje a su día a día en la calle. A su vida Kefta.