KMRU considera que “Natur” es una forma de reconsiderar lo que la tecnología es en realidad y cómo cambia nuestra percepción de la realidad.
Cuando KMRU se trasladó de Nairobi a Berlín, quedó inmediatamente fascinado por el relativo silencio de la capital alemana. En casa, estaba rodeado de ruidos: el omnipresente zumbido de los pájaros y los insectos, el parloteo de los transeúntes y el smog eléctrico que emanaban de las líneas eléctricas entrecruzadas y los transformadores rugientes.
En Berlín, este ruido estaba silenciado; los peatones deambulaban por las calles con auriculares puestos, apenas comunicándose, mientras que los cables eléctricos estaban ocultos bajo tierra y la fauna se retiraba de la imponente jungla de cemento. KMRU compara esta observación con sus experiencias visuales. Al aclimatarse a la vida en Europa occidental, se dio cuenta de que la noche, un azul oscuro y negro iluminado por las farolas y las tiendas, ofrecía poco contraste con el día. La noche en Kenia se sentía, de alguna manera, más tangible. Después de las 6 de la tarde, cuando se pone el sol, incluso el tenue resplandor de una pantalla puede deslumbrar los ojos, que deben adaptarse rápidamente a las condiciones. Y como sabrá cualquiera que haya cerrado los ojos mientras escucha música, los oídos también se adaptan cuando la visibilidad se ve afectada, potenciando incluso los sonidos más sutiles. Así que KMRU utilizó este fenómeno para crear ‘Natur’, una narrativa extensa y ondulante que difumina el espectro audible con un universo sonoro imperceptible, contrastando paisajes sonoros electromagnéticos cacofónicos con sonidos naturales más familiares y arraigados.
La pieza fue compuesta en 2022 y, desde entonces, KMRU la ha convertido en un elemento básico de sus conciertos en directo, modificándola y reformulándola mientras actuaba en gira con Fennesz y con la London Contemporary Orchestra en el Southbank Centre. “Me convertí en ella”, dice. “Me fusioné con ella a nivel de interpretación”. La experiencia permitió a KMRU esculpir no solo la dinámica crucial del álbum, sino también su filosofía. Tras discos como el aclamado ‘Peel’ de 2020, basado en grabaciones de campo, y el sintético y etéreo ‘Dissolution Grip’ del año pasado, KMRU da un paso decisivo hacia adelante. ‘Natur’ es el trabajo más intransigente de KMRU hasta la fecha, que cobra vida a partir de densas nubes de estática y drones intimidantes y disonantes. Utilizando micrófonos electromagnéticos, desvela la conmoción oculta por la quietud ambigua de la era digital, yuxtaponiendo rugidos mecánicos con fallos microscópicos y aullidos eléctricos tranquilos. Cuando aparecen grabaciones ambientales, se utilizan como transiciones entre la espesura de ruidos ásperos; a veces difíciles de identificar, recuerdan inconscientemente al oyente que detrás del muro de sonido hay un mundo natural en constante comunicación, adaptándose continuamente al ecosistema fluctuante.
KMRU considera que “Natur” es una forma de reconsiderar lo que la tecnología es en realidad y cómo cambia nuestra percepción de la realidad. Esto puede ser abstracto o más básico, como usar zapatos con suela de goma para caminar sobre el asfalto o usar una hoja para beber agua en un pantano. “La naturaleza está conectada con la tecnología y nosotros estamos tan conectados con ella que nos adaptamos“, dice. “Es como estar ciego, pero aún así ver“. En “Natur”, KMRU nos permite visualizar un paisaje oculto, uno que rebosa de vida y en diálogo con la mecanización.