Kraftwerk en el Rock’n’Roll Hall of Fame

Sí, has leído bien, uno de los grupos fundamentales de la música electrónica, Kraftwerk, ha entrado en la mítica lista que decide quiénes son las estrellas principales del rock and roll.

¿Es el combo de Düsseldorf Rock’n’Roll o todo lo contrario? Lo que subyace detrás de este galardón no es sino un paso más en la normalización de la música electrónica como uno de los estilos musicales fundamentales de la música popular. El año pasado y paradójicamente antes que sus abuelos, el grupo Depeche Mode entró también en esta lista de elegidos, con lo que dos de los pilares de los orígenes del techno forman ya parte de la historia de la música contemporánea.

La carrera de este longevo proyecto creado por Ralf Hutter y Florian Schneider en los años sesenta del siglo pasado ha ido evolucionando desde un Krautrock primigenio hacia una electrónica naif y popera, pasando por un periodo minimalista y conceptual, hasta llegar a la especie de franquicia que son en la actualidad, con tan sólo uno de los miembros fundacionales en activo.

Aquí puedes verlos en directo en sus muy primeros años en la tv alemana, cuando aún no eran un fenómeno de masas.

No fue hasta su mítico álbum “Autobahn” cuando su música entró en las radios de todo el mundo, combinando influencias folk (todavía se escuchan residuos de flauta travesera) europeas con instrumentación casi totalmente electrónica: 22 minutos de viaje por las autopistas germanas en una banda sonora que fue un baño de agua fresca en el panorama saturado de guitarras y melenas 1974.

En 1975 se sumergen la electrónica más gris e industrial con su álbum “Radioactivity“, con una puesta en escena en blanco y negro con referencias a la iconografía centroeuropea de la postguerra mundial.

Dos años después ve la luz “Trans Europe Express“, ahondando en esa línea melancólica en blanco y negro, creando la banda sonora de un viaje virtual en un imaginario tren que recorre la Europa central al ritmo mecánico del tema que da nombre al disco y que sirvió a Afrika Bambataa como sample en el tema fundacional del hip hop “Planet Rock”.

El siguiente trabajo de larga duración de esta prolífica época del grupo fue “The Man Machine“, de estética constructivista y minimalista, comienzo de la filosofía robótica del grupo y que fue el mayor acercamiento al pop convencional en la historia de la banda especialmente con el single “The Model”.

Los años ochenta comienzan para Kraftwerk con otro de sus discos fundamentales, “Computer World” un homenaje a las incipientes computadoras personales y disco fundacional del estilo que posteriormente se conocería como electro. “Numbers” es la piedra Rosetta de este estilo.

Entre “Computer World” y el siguiente álbum aparece el single “Tour
de France
“, tema oficial de la carrera francesa en 1983, otro de los singles más históricos de la banda y también pieza fundacional del electro.

Tras un parón largo de cinco años, editan “Electric Cafe“, recibido con recelo por la crítica. Fue su primer contacto con los samplers y los productores externos como François Kevorkian. En la actualidad es un disco de culto, “Music non Stop” es nuestra canción en este álbum.

1991 es el año en que editan su recopilatorio de autoremezclas. Para muchos, aquí termina Kraftwerk como banda y comienza la franquicia, los remixes y el vivir de rentas. Dos de los miembros primigenios, Karl Bartos y Wolfgang Flür se bajan del carro y los dos fundadores buscan
otros obreros especializados para sustituirlos en el estudio y en directo.

La versión que realizan del su clásico “The Robots” es de lo más salvable de este doble disco.

Habrá que esperar hasta el año 2000 para tener un trabajo original del ahora dúo con comparsas, de título “Expo 2000“: como solía hacer Alfredo Landa, interpretándose a sí mismos con todos sus clichés… acompañado de remezclas de Orbital o Underground Resistance.

En 2003 son de nuevo reclamados por la organización del Tour de Francia para su banda sonora y aprovechan la ocasión para editar nuevo material original como el tema “Aerodynamik”, de nuevo copiándose a sí mismos.

Aquí termina la parte discográfica de este proyecto, que ahora se ha convertido en una especie de banda tributo de ellos mismos. Con un sólo miembro fundacional en plantilla que aporta presencia estática en el escenario y poco más. Florian falleció hace relativamente poco y Hutter es lo único que queda en pie de aquellos dos soñadores que pusieron a Alemania en el mapa del pop mundial y que ahora son ya parte de las
leyendas del rock.