
El sábado 10 y el domingo 11 de mayo La Casa Encendida celebra un festival pionero para reflexionar sobre la fragilidad de las personas a lo largo de la vida y la importancia de los cuidados comunitarios.
El 10 y 11 de mayo La Casa Encendida de la Fundación Montemadrid, en colaboración con Equipo Andecha, celebra un fin de semana dedicado a los cuidados: el cuidado individual, el cuidado relacional y el cuidado del entorno. A través de una amplia programación, ‘La Casa de los Cuidados’ quiere promover el bienestar y el abordaje de las desigualdades poniendo el foco en la fragilidad individual y en la importancia de los cuidados comunitarios.
Desde la evidencia de que todas las personas necesitamos cuidados y apoyo a lo largo de la vida, estas jornadas pretenden visibilizar aquellos recursos, claves, iniciativas y prácticas que permiten que en los barrios se consoliden ecosistemas orientados a los cuidados comunitarios. Una iniciativa que responde al compromiso social de La Casa Encendida y la Fundación Montemadrid con su entorno más cercano —el barrio de Lavapiés y alrededores— y con las personas más vulnerables, reafirmando su vocación de ser un espacio atento a las necesidades de su comunidad y a las nuevas demandas sociales. “Queremos inspirar una ciudadanía que participe en su propio desarrollo y en el de su entorno, fomentando un modelo de convivencia solidario e integrador que considere los cuidados como el eje vertebrador de las relaciones humanas“, explica la directora de Centros y Programas Educativos, Sociales y Asistenciales de la Fundación Montemadrid, Isabel Rey.
Durante dos días, encuentros, talleres, mesas de experiencias, teatro, danza y actividades familiares abrirán un espacio de reflexión colectiva sobre cómo queremos cuidar y ser cuidados, cómo promover redes de apoyo cotidianas y cómo compatibilizar los cuidados con los actuales modos de vida, en un contexto de transformación social que pone en evidencia la soledad y la fragilidad individual.

El festival arranca con el Mapa de los cuidados, una actividad colaborativa que invita a las personas asistentes a compartir y ubicar los recursos o iniciativas que hay en marcha en sus propios entornos y que propician la democratización asociativa, la autoorganización ciudadana, la expansión de los vínculos entre las instituciones y lo comunitario y la cogestión de los recursos hacia un bienestar común en la ciudad. Todas las personas que se acerquen al Patio de La Casa Encendida a lo largo del fin de semana podrán hacer su contribución a este mapa con la ayuda de una mediadora.
El taller Historias del territorio, que propone una dinámica centrada también en la creación de una cartografía experiencial de los barrios a través de la memoria y el juego, contribuirá asimismo a la creación de este mapa textil realizado con fragmentos de tejidos cuyo cosido se realizará en los talleres de Galiana, una acción posterior a las jornadas a la que estarán invitadas todas las personas interesadas.

La colectivización de los cuidados es también el tema de la mesa redonda Cuidados desde las trincheras, que busca mostrar que otras formas de quererse son posibles y que sin cuidados ni relaciones sociales que la sustenten no hay vida ni tienen sentido los barrios. Ya sea por soledad no deseada, por situaciones de desempleo, desahucio, pobreza, proceso migratorio, enfermedad crónica… o por necesidades más cotidianas, el barrio puede ser un importante proveedor de apoyos materiales y emocionales para los pequeños y grandes retos del día a día. Las estrategias de vida e iniciativas de cuidados comunitarios que nos propicia el barrio merecen ser rescatadas para su transferencia de cara a la generación de cambios estructurales. En este encuentro se trata de poner en diálogo diferentes experiencias, tanto pasadas como presentes, y construir a partir de ellas.

En torno a esta problemática gira asimismo el pódcast Una sobremesa de cuidado, al que se puede asistir en directoy en el que conversarán en abierto la activista anticapacitista Itxi Guerra, el presidente de la Fundación 26 de Diciembre, impulsora de la primera residencia pública de mayores LGTBIQ+, y la activista del colectivo Territorio Doméstico y secretaria de Organización del Sindicato de Trabajadoras del Hogar y los Cuidados, Rafaela Pimentel Lara.

Uno de los asuntos que también busca visibilizar el festival es el papel de las mujeres cuidadoras. La mesa redonda Cuerpos que cuidan. Resistencias y desigualdades quiere traer la voz colectiva de esas mujeres que cuidan y tienen una propuesta concreta para una política de cuidados basada en la interdependencia, en la defensa de los derechos de las mujeres y en la ruptura de las desigualdades sociales, para acabar con la precariedad y de los abusos constantes que enfrentan las que limpian casas y hoteles, las que trabajan en residencias y centros asistenciales o las que se encargan de la crianza, entre otras. A través del relato de las mujeres que participan en esta mesa, se pretende animar a la responsabilidad compartida de los cuidados y a un cambio en las políticas públicas.

La obra de teatro Se fue el país y quedamos nosotras arroja otra mirada sobre esa misma realidad. A través de trece historias en las que están representadas nueve nacionalidades de Latinoamérica, la pieza cuenta lo que supone ser mujer, mujer migrante y trabajadora del hogar y de los cuidados en España. Al frente, la compañía Las Caminantas, creada en 2019 y formada por trabajadoras del hogar que encarnan la importancia de crear espacios que contribuyan a la sanación emocional, a la autoafirmación y a la visibilización las realidades invisibles, haciendo patente la fuerza del arte, y en concreto del teatro, como herramienta de transformación social. Muestra de ello es también la pieza de danza Ser, en cuerpo. Habitantes del umbral que trata la exclusión de quienes se atreven a ser, a existir en cuerpos que desafían normas y etiquetas.

El bienestar individual ocupa también un lugar destacado en el festival a través de diferentes propuestas. La instalación Espacio Selva: Entra y Siente, que permanecerá durante todo el fin de semana en el Torreón II, persigue ayudarnos a desconectar de nuestro entorno de prisa y ruido y explorar nuestras emociones a través de los sentidos proporcionando un momento para parar y reconectar. Como extensión de esta iniciativa se plantea el taller “El refugio de los sentidos”, que ofrece una experiencia diseñada para explorar los beneficios de la conexión con la naturaleza y cómo mantenerla en la vida diaria. El objetivo es concienciar sobre el impacto del entorno en nuestro bienestar, reflexionar sobre el poder terapéutico de la naturaleza y fomentar la conexión con ella en la vida cotidiana.

El tallerAutocuidado a través del movimiento, que ayuda a cuidarnos y conocernos a través del estiramiento, la relajación y la movilidad articular, o La siembra del autocuidado: cómo cuidar plantas mejora tu bienestar, que explora cómo al cuidar a las plantas ellas también nos cuidan y en el que se realizará una actividad práctica de semillero, ofrecen también experiencias de bienestar de las que se puede disfrutar durante estas jornadas.
Completan la programación propuestas de carácter más familiar como el concierto Nanas originales y canciones tradicionales que hacen comunidad, un recorrido por nanas originales y canciones tradicionales para recuperar estos rituales se nos van olvidando y que tienen el poder de conectarnos con nosotros mismos y con la comunidad desde nuestro nacimiento. El taller Música y danza en familia creará también un espacio de encuentro, conexión e identidad compartida, en este caso con los bebés. El cuentacuentos musicado Historias increíbles de mujeres que hacen ciencia promete un viaje a mundos lejanos para conocer a verdaderas heroínas que cambiaron el mundo. Y Superchefs: cocina en familia, propone compartir un rato con los pequeños de la casa aprendiendo algunas nociones básicas de alimentación sana y sostenible mientras elaboran preparaciones sencillas y nutritivas.

Para celebrar este espíritu de comunidad y desde el entendimiento del comer como forma de cuidado comunitario y espacio de intercambio, de creación de vínculos y de bienestar, el sábado a las 13.30 tendrá lugar en el Patio de La Casa Encendida la comida Sabores del barrio, servida a precios populares por Lakook, empresa social promovida por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), con un equipo diverso de más de 100 personas de 30 nacionalidades diferentes, el 80% de las cuales han pasado por programas de integración de CEAR.
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