“La Chica Invisible” es una serie para pasar el rato, una de esas producciones dirigidas al público adolescente pero que puede ser consumida por el resto de arcos de edad sin ningún problema.
Cuando era un niño en los quioscos en los que se vendían prensa escrita, entre todos los periódicos había uno que se diferenciaba del resto ya que su temática se basaba en noticias de sucesos, donde se relataban asesinatos, secuestros y todo tipo de temas macabros. Ese periódico se llamaba El Caso, y en sus páginas se informaba de forma explícita sobre los crímenes que ocurrían en nuestro país. En su momento fue todo un éxito, ya que saciaba la parte de nuestro cerebro en el que reside el morbo, esa zona que se siente fascinada por las monstruosidades que el ser humano es capaz de llevar a cabo. Hoy en día ese lado oscuro se alimenta gracias a los productos audiovisuales que las diferentes plataformas nos proponen hasta la saciedad, películas y series sobre crímenes de todo tipo. Parece ser que esta tendencia es inagotable, esta temática ocupa más del 80% de la oferta. La última propuesta que nos llega en este sentido es la “La Chica Invisible”, una serie en la que el asesinato es el leit motiv de su historia. Y aunque intenta abordarlo desde un punto diferente, el resultado final es el mismo que hemos visto en incontables ocasiones.
La trama
“La Chica Invisible” es una adaptación de las exitosas novelas juveniles de Blue Jeans. Se trata de un thriller policiaco y criminal que se desarrolla en un pueblo andaluz ficticio y entorno a un centro educativo. Tras un asesinato comenzará la investigación en la que todos son sospechosos, familiares cercanos, los alumnos, los profesores del instituto y en definitiva todo el que viva en el pueblo. Son dos los encargados de dar con el asesino, un guardia civil y su hija, enfrentados por la diferencia generacional y por traumas del pasado. Durante sus pesquisas vamos conociendo las personalidades de los personajes secundarios, todos presuntos culpables, todos con algo que esconder. La sensación de claustrofobia del pequeño pueblo juega un papel importante, ya que te atrapa gracias a la sensación de inseguridad que se respira en sus callejuelas estrechas. No esperéis giros sorprendentes, la serie fluye tranquilamente sin sobresaltos y con los típicos lugares comunes de este tipo de producciones.
Adolescencia en el entorno rural
Los adolescentes son adolescentes sin importar el contexto que tengan. Las mismas preocupaciones, los mismos deseos, la misma cantidad de hormonas disparatadas que les llevan a hacer las típicas tonterías propias de su edad. En “La Chica Invisible” vivir en un pueblo no les exime de caer una y otra vez en los mismos errores, de comportarse con rebeldía y de luchar contra la represión que sus mayores les imponen. Como no podía ser de otra forma la tecnología y las redes sociales juegan una gran importancia en la trama, siempre pegados a su teléfono móvil, haciendo que la comunicación a través de este dispositivo sea casi más importante que el contacto personal. Los jóvenes de esta serie a diferencia de los que viven en una ciudad, tienen ese poso de melancolía, de aburrimiento que les lleva a querer dejar ese entorno diminuto. Da igual que tengan más libertad de movimientos, que estén rodeados de naturaleza, en el fondo ellos desean una vida más compleja repleta de posibilidades. Se sienten atrapados en un mundo antiguo, con unos valores antiguos. La serie no entra de lleno en este tema, pero inteligentemente muestra la problemática con pequeños detalles, con gestos, con escenas muy bien cuidadas y con diálogos en los que los protagonistas, parcos en palabras, dejan bien a las claras su incomodidad. Además las actrices y los actores interpretan muy bien estos roles, son creíbles y consiguen que empatices con ellos de una forma natural.
Menospreciando el acento andaluz
No voy a extenderme en este punto, ya lo he tratado en otras ocasiones, pero resulta más que evidente que el acento andaluz es menospreciado una vez más. Pese a que la acción transcurre en la Andalucía profunda, la protagonista principal casualmente no habla andaluz. Y aunque la chica borda su papel y tiene pinta de ser una actriz que dará mucho que hablar, la fórmula de que los principales roles de las series no se expresen en andaluz es más que sospechosa. Entiendo los motivos pero no los comparto en absoluto, es una concesión cobarde en busca de una aceptación torticera, es discriminatorio y su lógica es peligrosa. Dejar caer que a los andaluces no se les entiende cuando hablan me parece una afirmación que nos aleja de lo que somos y de la maravillosa diversidad lingüística de nuestro país.
Conclusión
“La Chica Invisible” es una serie para pasar el rato, una de esas producciones dirigidas al público adolescente pero que puede ser consumida por el resto de arcos de edad sin ningún problema. Aunque no aporta nada nuevo al género, su puesta en escena es bastante buena y el trabajo interpretativo no chirría como en otras series de la misma temática. Esperemos que los próximos productos que nos regalen los creadores de ficción televisiva sean un poco más diversos y que no sigan erre que erre con historias de asesinatos.., ya cansa.