Pocas horas ha durado la alegría. Esta noche llegaba la noticia de que la Conselleria de Salut de Cataluña ha tomado la decisión de parar la reapertura del ocio nocturno anunciada el martes por la situación epidemiológica en la que se encuentra la comunidad autónoma. Es decir, que el sector que no ha podido abrir en todos estos meses y que ha sido el causante de cero rebrotes es el culpable de todo.
“Hemos visto que el índice de rebrote ha subido y los indicadores de los próximos días indican que podría haber más subidas”, dicen desde Salut después de una reunión entre la consellera, Alba Vergés, y el secretario de Salut Pública, Josep Maria Argimon.
La noticia, por supuesto, ha sentado mal en el sector. FECASARM, la patronal de Locals d’Oci Nocturn, ha expresado su indignación y ha pedido la dimisión de la consellera, al haber demostrado “que no está adoptando ni una sola decisión acertada”.
En palabras de su secretario general, Joaquim Boadas, “no podemos permitir que estas personas que juegan con el pan de 40.000 familias sigan decidiendo por nuestros empresarios. Alguien ha de demostrar que se ha equivocado, reconocer su error y dimitir.
La culpa de todos estos rebrotes, que ahora son nuestro verdugo, los ha provocado la propia administración, la propia consellera de Salut, prohibiendo el ocio nocturno cuando no tocaba prohibirlo y haciendo aumentar, con esta decisión equivocada, el botellón y las fiestas ilegales. Y se nos ha hecho víctimas de esta decisión equivocada”.