Lo mejor de esta tercera entrega de la saga es comprobar que Rambo era un mierda si lo comparamos con los GEOS españoles.
La narrativa cinematográfica norteamericana después de explotar hasta la saciedad el concepto Vietnam, encontró un nuevo lugar donde desarrollar su poderío bélico, un país lleno de malos muy malos que pese a su falta de nutrición, su aspecto desaliñado y su limitado desarrollo intelectual, se han convertido en el enemigo número del orden mundial. Hablamos por supuesto de Afganistán y de los infames talibanes. Aunque estos radicales con mentalidad del Medievo fueron en su momento los aliados de Rambo y de los héroes yanquis en su lucha contra el comunismo soviético, después del 11S se convirtieron en la representación del diablo en la tierra. Casi todos los países occidentales han contado historias audiovisuales en Afganistán, el último en hacerlo ha sido el nuestro, utilizando el nombre y a los personajes de la serie “La Unidad” para narrar los días de caos que llegaron tras la toma de Kabul por el ejército talibán. ¿El resultado? Una serie con muy buenas intenciones y que hace lo que puede teniendo en cuenta que ni de lejos puede acercarse a los presupuestos que maneja la industria anglosajona.
La trama
Todo comienza cuando varios agentes de La Unidad se encuentran en Afganistán para reunirse con un infiltrado entre los muyahidines para información acerca de un posible atentado en Europa. Pero todo sale mal y acaban secuestrados. A partir de ahí se ramifican la trama con varias historias, el sufrimiento de los secuestrados, la supervivencia de un miembro de La Unidad que logró escapar, las negociaciones para el rescate junto a la evacuación de españoles y colaboradores, y la angustia de la población civil afgana en los primeros días de la toma de Kabul por los talibanes y España inicie la evacuación de civiles y colaboradores. Cada una de estas historias está conectada y todo nos lleva a un final en el que se juntan con un final previsible. De todas las tramas la que más me gustó es la de los civiles afganos, la de una doctora afgana que ve como su vida se viene abajo y como tiene que luchar por dejar su país y por sobrevivir en un entorno hostil. El resto de historias están bien pero tienen varios momentos what the fuck, donde tienes que torcer el gesto por las conveniencias de guión.
Tercera temporada que poco tiene que ver con las anteriores
La primera temporada de “La Unidad” fue excelente. Una de esas series de terrorismo que sin llegar a la calidad de producciones como “Homeland”, nos mostraba un relato convincente, con grandes actuaciones y con momentos de una intensidad y de una credibilidad excepcional. La segunda temporada intentó seguir el mismo camino pero patinó, en su guión encontramos fallas importantes y una resolución precipitada y más efectista que coherente. En esta tercera temporada se nota mucho que han metido con calzador la marca en la historia, poco tiene que ver su dinámica con las otras producciones. Sus protagonistas están fuera de su elemento, parecen patos fuera del agua, y las intricadas tramas y los giros sorprendentes brillan por su ausencia.
Lo bueno
Lo mejor de “La Unidad Kabul” es su producción, hay que reconocer que pese a no contar con un presupuesto tan grande como con el que cuentan otros países, esta serie logra crear un contexto creíble. Los recursos, las localizaciones, el vestuario, toda la puesta en escena te hace sentir que estás en Afganistán y no en Almería. Otro de los puntos destacados es su valentía a la hora de crear una trama que narra la vida de los afganos. Gran parte del metraje consta con diálogos en la lengua local y eso es de destacar, ya que no han querido usar atajos y mostrarnos ciudadanos de Kabul hablando castellano de Valladolid. Pero sin duda lo mejor de la serie es la larga escena de acción que cuenta el rescate de los secuestrados. Vale, es una flipada, pero su coreografía es perfecta y la filmación de la batalle es intensa y vibrante. Eso sí, los GEOS españoles que participan en ella dejan a Rambo como un pelele, ya que pese a enfrentarse a un ejército de talibanes los policías españoles salen de la situación sin un rasguño, esquivando balas, explosiones y arrasando con el que se les pone por delante. ¿Son los talibanes los nuevos Stormtroopers? Lo digo porque tienen menos puntería que un ciego puesto de ketamina.
Lo malo
Para mí lo malo de esta serie es que no utiliza correctamente los puntos fuertes de un argumento de espías y bélico. La gestión del rescate de los secuestrados es muy básica y con poca emoción, aunque intentan meter melodrama con reacciones exageradas de las personas en cargo. Los personajes de la embajada son poco creíbles, el embajador por ejemplo parece un jefe de sección a punto de jubilarse de El Corte Inglés y carece de matices. También canta un poco algunos personajes afganos, ya que cuando hablan en vez de interpretar parece que lean el guión de memoria. La trama del miembro de La Unidad que evitó ser secuestrado es un fallido intento de hacer algo parecido como en Bailando con Lobos, su interactuación con los habitantes del poblado es muy porque patata y la resolución de su trama es muy facilona.
Conclusión
“La Unidad Kabul” es una serie que se esfuerza, que intenta con todas sus ganas ofrecernos algo diferente a lo que nos tienen acostumbradas las series españolas. A veces lo consigue, a veces no. Pero las ganas y la intención están ahí. Un producto que se consume con facilidad, con alguna moraleja interesante y que si escarbas un poco te das cuenta del drama del pueblo afgano y de la hipocresía de occidente. Espero que La Unidad vuelva en el futuro, pero que regrese con las premisas de su primera temporada, si no es así su marca terminará cayendo en el olvido más absoluto.