Polarizante como siempre y decidida como nunca, La Zowi prueba con Ama de casa que su carrera puede dar mucho más de sí, más allá de la ruptura (o el rechazo) que provoque su propuesta entre un público y determinados medios. Hablamos con ella.
El timing, siempre crucial en la carrera de cualquier artista, se mueve mucho más rápido con alguien como La Zowi. Desde que publicó su última mixtape, Ama de casa, se ha visto envuelta en distintas polémicas que han ido alterando el guión de esta entrevista. Lo que debía ser una charla sobre un nuevo capítulo de su carrera, probablemente el más ambicioso, se convierte en parte en la crónica de un cisma que le afecta a ella como a muchos de los protagonistas de la música urbana actual, aunque quizás a ella un poco más. Hablamos, claro, de cómo es percibida La Zowi al completo (es decir, su música, su mensaje, su estética y y su actitud) por una parte del público.
“Yo sé que a diferencia de otros artistas yo he provocado bastante odio, pero bueno es que creo que hasta me gusta”, asume desde el principio. No hay que recordar su paso por La resistencia, un tenso intercambio de pareceres que resultó ser la representación más palpable de un desencuentro, generacional pero también ideológico, entre el viejo y el nuevo orden. “Siento desde luego que hay una separación entre ese mundo y el mío”, dice sobre su aparición en el programa, y las reacción que provocó en las redes. “Pero, aunque yo les atacara un poco con lo de la edad, me doy cuenta de que lo que más nos separa parece que es otra cosa, el lenguaje. Yo conozco a gente de 60 años con la que puedo hablar durante horas sobre lo que hago y lo que me rodea. Pero no sé, el mundo de la tele a mí es que se me escapa un poco, ya te digo es algo que no entiendo muy bien, así que mira no me extraña que ellos a mí tampoco”.
Desde sus comienzos, La Zowi siempre ha sido un proyecto polarizante dentro de una escena que ha provocado la mayor brecha de público que se recuerda en la escena musical española en años. Una condición que ella siempre ha asumido con la naturalidad de quien hace lo que quiere sin esperar la aprobación de nadie. “Me gusta sentir que una frase de un tema mío pueda afectar tanto a las personas sea a bien o a mal. No le tengo miedo a nada, sé lo que hago”, resume.
Ama de casa, ya desde su título, no se asusta de las posibles percepciones. “Lo que quería expresar con ese título es que lo había hecho desde casa, tranquilamente, y entre otras muchas cosas. Me he currado las canciones más de lo habitual, pero sin pretensiones, simplemente me lo he pasado bien haciéndolo. También que es algo bastante personal, que refleja algunas cosas que pienso, o como me siento últimamente. Entonces se me ocurrió lo de ama de casa, que efectivamente además tiene ese punto que como que no mola, como si eso significara ser una mierda o algo así, pero para el que piense es también la ocasión de mostrar que puedes ser y hacer varias cosas a la vez. Tendemos mucho a encasillarnos en algo”.
Ese encasillamiento ha creado una imagen muy clara de La Zowi, pero que cambia diametralmente según quién la perciba. Ella, sin embargo, es consciente de que lo que hace no es para todos. “Yo no quiero forzar nada la verdad, no quiero incitar a la gente a que me escuche, porque me doy cuenta que lo que le gusta a las masas a mí no me suele gustar”, confiesa. “Yo quiero tener un público inteligente, que sabe porqué me escucha. De todos modos, las cosas tienen que evolucionar y hay que probar otras maneras de hacer las cosas”.
En Ama de casa esa forma de evolucionar se ha basado en apostar por un sonido y un mood que ya estaba presente en su carrera, pero perfeccionándolo y presentándolo con más rotundidad. “Yo lo veo como una evolución, han pasado los años y hasta mi voz ha cambiado, ya no es tan de bebe. Creo que he madurado en cuanto a mi manera de hacer música, y que de alguna manera suena más serio. Y en mis canciones me gusta expresar el lado oscuro de la vida, aunque la mayoría de las veces yo estoy por encima”.
Esa evolución también pasa por una unidad estilística más compacta, pese a haber trabajado con distintos productores (de DP Beats al siempre presente Steve Lean, pasando por Barla, Oddlaw o Tweak), como marcan los cánones de la escena. “La fase de producción es un trabajo conjunto entre los productores, yo y algunas personas que yo considero que tienen muy buen oído para la música y que saben lo que me gusta”, aclara. “Pero no te voy a engañar, esa unidad que podéis apreciar entre las canciones la he creado de manera inconsciente, simplemente eran los beats que me gustaban más, pero sí que de alguna manera iba buscando un mood…”.
Pero tan importante o más que el sonido de los seis cortes es la sensación que prevalece de que Zoe cada vez apuesta más por La Zowi, o al menos de manera más rotunda. “Soy consciente de que he recibido mucho apoyo habiendo hecho poco”, asume. “Aunque no me comparo con nadie, es decir que no creo que haya ninguna norma a la hora de sacar música, es verdad que antes no me lo tomaba tan en serio, era algo que hacía por pura diversión y con poca consciencia de las repercusiones. Ahora me apetece ponerme más retos, currar más y ver hasta donde puedo llegar. También el simple hecho de hacer una mixtape te obliga a currártelo más, ya que es un proyecto más grande”.
Le planteamos una posible falta de ambición en su carrera que le ha llevado a ser menos constante, algo que ella niega a medias. “Tampoco lo llamaría falta de ambición, porque yo he sido siempre muy ambiciosa”, asegura. “Lo que pasó es que no era lo que tenía previsto, yo pensaba que me dedicaría a algo diferente, no pensaba que seguiría este camino, aunque era lo que me rodeaba, tanto con mis amigos como con mi familia. Entonces tardé en asumirlo y en decidir hacerlo en serio. Es curioso porque yo siempre lo he tenido todo muy claro y he ido rápidamente a por mis objetivos, pero mira en este caso he necesitado tiempo”.
Si Ama de casa se convierte o no en un punto de inflexión en la carrera de La Zowi está por confirmar, pero muchas pistas apuntan en esa dirección. “Tengo algunos temas y vídeos en camino, y trabajo también bastante en mi show”, avanza. “Quiero que la gente viva mis directos más como una experiencia y un cúmulo de sensaciones raras que como un concierto de trap”. Ya veréis”. La primera oportunidad de comprobarlo será el 15 de febrero en el Festival Cara B en Barcelona.