Laminero: riesgo dulce en Zaragoza

El panorama musical español cuenta desde este año con una nueva promotora: Laminero. Detrás de esta iniciativa están tres jóvenes zaragozanos (Daniel Acirón, Manuel Cabeza y Lolo Aznar) cuyo objetivo es dar visibilidad a nuevas propuestas musicales y así enriquecer la propuesta cultural de la capital maña. De allí tenían que ser, porque supone todo un reto (y hay que tener ganas y tesón) en un momento especialmente difícil para el sector cultural como consecuencia de las restricciones derivadas de la pandemia.

Queremos apostar por esos artistas que, debido a la pandemia, no han tenido espacio para presentar su directo. Nuestro objetivo es llegar a un público joven que durante la pandemia apenas ha tenido oferta cultural“. Las restricciones derivadas de la pandemia han provocado descensos en la facturación a nivel nacional de más del 60% en el 2020 respecto del año anterior en este tipo de eventos. La provincia de Zaragoza pasó de facturar casi 8 millones de euros en 2019 a poco más de 3 millones en el 2020.

El nombre no está elegido al azar: laminero es un adjetivo utilizado en Aragón para definir a las personas que les gusta el buen dulce: “El nombre no es casual. Los tres somos de Zaragoza y utilizando este recurso subrayamos que queremos ofrecer una programación apetitosa, solo apta para paladares golosos que quieren descubrir nuevos sabores“. 

La puesta de largo tuvo lugar el 22 de mayo en el Centro Cívico La Almozara de Zaragoza, con un aforo para 70 personas sentadas, donde se respetaron todas las medidas sanitarias y de seguridad pertinentes para disfrutar del primer caramelo: los locales Fresquito y Mango con su pop fresco y directo. Le siguieron durante mayo y junio los conciertos de Candeleros, banda madrileña que combina cumbia, merengue, dub y ritmos africanos; Casero, también de Madrid y marcados por el pop intimista y cotidiano; Elane y Sofía Gabbanna, dos de los talentos más prometedores del rap nacional; Confeti de Odio, el proyecto musical de Lucas Vidaur y VVV [Trippin’you], el trío madrileño neo-bakala que rinde culto al frío, al ruido, a la modernidad y a los parkings. 

El segundo ciclo de Laminero, también en el Centro Cívico La Almozara, dio su pistoletazo de salida el sábado pasado con Aiko el grupo: banda de punk-pop con pinceladas riot-grrrl. “Prefiero tener suerte… A tener buen Corazón”, “Me parece muy fuerte” o “A mí ya me iba mal de antes” son algunos de los temas que dieron a conocer a esta banda afincada en Madrid: todo un ejercicio de juventud y efervescencia.

Este sábado 18 de septiembre, tomarán al asalto el Centro Cívico La Almozara, Chill Mafia: mucho más que un colectivo que recoge influencias que van desde el punk de los 80 al reggae, el dub, el reggaetón, el hip hop y la canción tradicional vasca. Sin duda, Chill Mafia es la propuesta más rompedora y fresca que ha salido en la escena musical “urbana” de los últimos años.

Con tan solo 20 años Daniel Sabater se ha convertido en uno de los artistas nacionales más importantes de la “Nueva Ola”. Esto es lo que veremos el próximo 25 de septiembre en el Centro Cívico Almozara: música que combina sonoridades latinas con el pop más orgánico y melódico, buscando un sonido pegadizo, fresco, y vanguardista. 

Cierra este ciclo Trashi, joven banda de la escena madrileña que busca explorar los límites entre géneros. Con su primer EP bajo el brazo, “Lo que pasó ese verano”, se presentan el 9 de septiembre en Zaragoza de la mano de Laminero.

Con la que está cayendo en el panorama de música en vivo en este país hay que estar chiflado para poner en marcha una promotora en Zaragoza (lo fácil siempre está en Madrid o Barcelona) y apostar por este tipo de programación. En esta casa siempre vamos a estar al lado de los chiflados que apuestan por la cultura contemporánea. Benditos sean. Tienes toda la info y entradas aquí.