
¡Prepárate para un paseo por la memoria sneakerhead! En este artículo te traemos las 5 mejores bambas de Nike que han revolucionado el juego, con anécdotas jugosas y fotos que te harán suspirar.
Cuando las zapatillas se convirtieron en cultura

Si hay una marca que ha sabido meterse en el corazón de los amantes de las sneakers, esa es Nike. Desde sus inicios como una empresa enfocada en el running hasta convertirse en un ícono del streetwear, Nike ha sabido jugar sus cartas como nadie. Pero, ¿cuáles son las zapatillas que realmente han dejado huella? Aquí no hablamos solo de diseño o tecnología, sino de historias, momentos y revoluciones culturales. Así que ponte cómodo, saca tus bambas favoritas y acompáñanos en este viaje por las 5 mejores Nike de la historia.
1. Nike Air Max 1 (1987): el nacimiento de un mito

Empecemos por el principio, o mejor dicho, por el momento en que todo cambió. Las Nike Air Max 1 no solo son unas zapatillas, son un símbolo. Lanzadas en 1987, fueron las primeras en mostrar esa burbuja de aire visible que hoy todos asociamos con Nike. Pero detrás de este diseño hay una mente brillante y una anécdota que parece sacada de una película: Tinker Hatfield, el diseñador, se inspiró en el Centro Pompidou de París, un edificio con tuberías y estructuras expuestas. “¿Y si hacemos lo mismo con unas zapatillas?”, pensó. Y así nació la Air Max 1, rompiendo todas las reglas del diseño de calzado de la época.
Nike no estaba muy convencido de este diseño tan arriesgado. De hecho, la primera reacción de los ejecutivos fue algo como: “¿Qué demonios es esto?”. Pero Hatfield insistió, y menos mal, porque estas bambas no solo se convirtieron en un éxito de ventas, sino que también marcaron el inicio de la obsesión por las Air Max. Además, ¿sabías que en los 90, las Air Max 1 se convirtieron en un símbolo de la cultura rave en Europa? Los clubbers las adoraban por su comodidad y estilo.

Las Air Max 1 no solo trajeron innovación tecnológica, sino que también cambiaron la forma en que vemos las zapatillas: de ser un simple calzado deportivo a un objeto de deseo.
2. Nike Air Jordan 1 (1985): el rey de la cancha y la calle

Si hay unas zapatillas que pueden presumir de haber creado un imperio, esas son las Nike Air Jordan 1. Lanzadas en 1985, estas bambas no solo marcaron un antes y un después en el baloncesto, sino que también dieron inicio a la fiebre sneakerhead que conocemos hoy. Todo gracias a un tal Michael Jordan, un rookie de los Chicago Bulls que estaba a punto de convertirse en leyenda.
Aquí va una historia que todo fan de las Jordan debería saber: la NBA prohibió las Air Jordan 1 por no cumplir con las normas de uniformidad de la liga (eran demasiado coloridas, con ese rojo y negro tan icónico). Nike aprovechó la polémica y lanzó una campaña brutal con el eslogan “Banned” (prohibidas), convirtiendo la sanción en un golpe de marketing magistral. ¿Resultado? Las zapatillas se vendieron como pan caliente, y Nike facturó millones.

Las Air Jordan 1 no solo son unas zapatillas, son un fenómeno cultural. Han trascendido el deporte para colarse en el hip-hop, el skate y el streetwear. Hoy en día, un par original de 1985 puede costarte miles de euros en subastas, y las reediciones siguen siendo objeto de deseo.
3. Nike Air Force 1 (1982): el clásico eterno

Si las Air Jordan 1 son el rey, las Nike Air Force 1 son la reina de las zapatillas. Lanzadas en 1982, fueron las primeras bambas de baloncesto con tecnología Air, y aunque inicialmente estaban pensadas para la cancha, pronto se convirtieron en un ícono del streetwear. Su diseño limpio y versátil las ha mantenido relevantes durante más de cuatro décadas, algo que pocas zapatillas pueden presumir.
En los 80, las Air Force 1 estuvieron a punto de ser discontinuadas porque Nike quería enfocarse en modelos más nuevos. Pero los fans de la costa este de EE. UU., especialmente en ciudades como Nueva York y Baltimore, no lo permitieron. Los distribuidores locales начали a pedir ediciones personalizadas, y así nació la fiebre por las “colorways” exclusivas. Este movimiento de base salvó a las Air Force 1 y las convirtió en un lienzo para artistas, diseñadores y marcas, con colaboraciones que van desde Supreme hasta Louis Vuitton.

Las Air Force 1 son la definición de un clásico atemporal. Da igual si las llevas con vaqueros, un traje o un look de gimnasio; siempre funcionan. Además, su impacto en la cultura hip-hop, con artistas como Nelly dedicándoles canciones (“Air Force Ones”), las ha convertido en un símbolo de estatus.
4. Nike Dunk Low (1985): de la cancha al streetwear

Las Nike Dunk Low son otro ejemplo de cómo unas zapatillas deportivas pueden convertirse en un ícono cultural. Lanzadas en 1985 como parte de la campaña “Be True to Your School”, estas bambas estaban pensadas para el baloncesto universitario, con colores que representaban a diferentes equipos de la NCAA. Pero su verdadera explosión llegó en los 2000, cuando el skate y el streetwear las adoptaron como suyas.
En los 90, las Dunk Low eran unas zapatillas olvidadas, vendiéndose en outlets por cuatro duros. Pero todo cambió cuando Nike empezó a colaborar con skaters y marcas de streetwear como Supreme. La colaboración de Supreme x Nike Dunk Low “White Cement” de 2002 es una de las más legendarias, con precios de reventa que hoy superan los 10.000 euros. Además, ¿sabías que en Japón, las Dunk Low se convirtieron en un fetiche para los coleccionistas, con colas interminables en las tiendas de Harajuku?

Las Dunk Low son el ejemplo perfecto de cómo unas zapatillas pueden renacer y dominar una nueva escena. Su diseño simple pero versátil las ha convertido en un lienzo perfecto para colaboraciones, y hoy en día son unas de las bambas más codiciadas del mercado.
5. Nike Air Max 95 (1995): la anatomía de un icono

Cerramos nuestro top con las Nike Air Max 95, unas zapatillas que no solo son una obra maestra del diseño, sino también un reflejo de los 90 en todo su esplendor. Diseñadas por Sergio Lozano, estas bambas rompieron con todo lo que se había visto antes: inspiradas en la anatomía humana, con capas que recuerdan músculos y tendones, y una burbuja de aire que se extendía por toda la suela.
Cuando Lozano presentó el diseño de las Air Max 95, los ejecutivos de Nike se quedaron en shock. “¿Esto qué es, un zapato ortopédico?”, decían. Pero Lozano defendió su visión, argumentando que las zapatillas debían ser más que un simple calzado deportivo; debían ser arte. Y vaya si lo consiguió. Además, en el Reino Unido, las Air Max 95 se convirtieron en un símbolo de la cultura “chav”, con jóvenes llevándolas con chándales de marcas como Burberry.

Las Air Max 95 no solo trajeron innovación tecnológica, sino que también marcaron una época estética. Su diseño futurista y sus colaboraciones, como las de Stash o CLOT, las han mantenido relevantes hasta hoy.
¿Qué hace a unas zapatillas legendarias?

Si algo nos enseñan estas cinco bambas, es que no basta con un buen diseño o una tecnología innovadora para convertir unas zapatillas en leyenda. Hace falta una historia, un momento cultural, una conexión emocional con la gente.
Las Air Max 1 nos enseñaron a soñar, las Air Jordan 1 nos hicieron volar, las Air Force 1 nos dieron estilo, las Dunk Low nos dieron libertad creativa, y las Air Max 95 nos dieron arte. Pero no nos engañemos: detrás de todo esto también hay un marketing brutal. Nike ha sabido vender no solo zapatillas, sino sueños, estatus y pertenencia. ¿Es eso malo? No, si lo que recibimos a cambio son piezas de historia que podemos llevar en los pies.
Bonus: menciones honoríficas

No podíamos cerrar sin mencionar otras joyas de Nike que, aunque no entraron en el top 5, merecen un aplauso. Las Nike Shox, con esos muelles que parecían sacados de una nave espacial, conquistaron los 2000. Las Nike Air Tech Challenge II de Andre Agassi, con sus colores neón, fueron puro fuego en las pistas de tenis. Y, por supuesto, las Nike Air Max 97, con su diseño inspirado en los trenes bala japoneses, siguen siendo un clásico del streetwear.