Vinculado inicialmente a la escena post-punk, Andrew Weatherall se convirtió en icono imperturbable de la cultura de clubs desde los tiempos del acid. Se ganó una fama como ecléctico selector desde finales de los 80 cuando fue contratado por Danny Rampling como DJ en el club londinense Shoom. Celebrada fue especialmente la producción del álbum Screamadelica de Primal Scream, que selló el estatus de leyendas de Bobbie Gillespie y compañía. Un disco que fue un pilar de ese crossover entre las guitarras y las pistas de baile.
Su actividad se extendió a lo largo de los 90 como miembro de The Sabres of Paradise y, posteriormente, Two Lone Swordsmen, con quienes trabajaría en el sello Warp. Más recientemente, desarrolló una carrera en solitario con puntos álgidos como su disco de 2016 Convenanza. También creo su propio sello, Rotters Golf Club, y seguía ofreciendo maratonianas sesiones de gusto omnívoro.
Como diría Javier Blánquez en el obituario que le dedicó: “fue el hombre que firmó la paz, con una pastilla en la mano, entre indies y ravers, el impulsor de la cyberdelia y el house progresivo, el genio bromista de la cara divertida de la IDM y artífice del romance del techno y el dub”.
Hoy, Andrew Weatherall hubiese cumplido 57 años y, por eso, celebramos su cumpleaños con siete de sus mejores sesiones.
Essential Mix – 1996
Fabric 19 (2004)
Essential Mix (1993)
Electronic Groove 371
B2B con Ivan Smagghe, Boiler Room (2013)
Hypercity, Force Tracks (2001)