El maestro minimalista y hombre del flequillo de oro es uno de nuestros dioses del techno favoritos a los platos. Por eso, aquí hemos recopilado algunas de sus sesiones más míticas: b2b desde la estratosfera con Sven Väth y Ricardo Villalobos, un Sónar 99 que es pura educacional sentimental clubber y mucho más.

El canadiense Richie Hawtin es a todas luces, una de las figuras más reverenciadas del techno internacional, un hombre de culo inquieto que maneja siempre varios proyectos a la vez: desde elevar la experiencia de los directos audiovisuales con Close hasta tratar una mera reedición como si de una obra de arte se tratase. Somos fans de los muchos Hawtins que ha presentado al mundo, pero donde realmente ocurre la magia es cuando el hombre del flequillo de oro se pone tras los platos.

“Hawtin sentó las bases del techno del futuro: reducido hasta la misma esencia, dejado en los huesos, duro como el hierro, una experiencia mental que influía en la mecánica del cuerpo colectivo. Algunas de las sesiones que le vimos –la mejor de todas, en Sónar 99, un viernes de madrugada– eran prodigiosas: el tipo soltaba la apisonadora, seleccionaba un techno neuronal acojonante, y te machacaba el cuerpo y el cerebro con los bombos del futuro. Se impuso en el momento de dominio máximo del hard techno y vaticinó, con varios años de antelación, el auge del minimalismo”, decía Javier Blánquez en la columna que le dedicó de Dioses del techno.

Así que ahora que el verano se acerca -y el verano es sinónimo de Richie Hawtin- nos lanzamos a la aventura de seleccionar sus mejores sesiones.

Richie Hawtin – Sónar 99

Richie Hawtin aka Plastikman – Mixmag (1995)