Lawne: Attic (Wah Wah 45s)

Formado en 2019, Lawne es el resultado de un encuentro de mentes entre viejos amigos y nerds confesos de la música: Joe Nicklin y Joe Martin.

Su sonido se basa en una miríada de influencias con dub, electrónica, hip hop, psicodelia, jazz, post-punk y afrobeat, todas de alguna manera arraigadas en la mezcla. Es algo que evolucionó durante un momento de cambio para ambos, como explica Joe Nicklin: “El comienzo de este proyecto coincidió con mi mudanza a un barco de canal, que fue un momento enormemente gratificante de mi vida, pero no sin desafíos. Puedes escuchar algunos de mis desahogos de navegación en las letras de Beta Pan y Ame Tova. Otro desafío durante este tiempo fue tratar de encontrar una manera de seguir tocando y grabando la batería que no fuera a romper el banco. Decidí empezar a alquilar un pequeño espacio de almacenamiento cerca de Caledonian Road, en el norte de Londres, que convertiría en un estudio improvisado y pronto descubrí que las láminas de hierro corrugado no son las mejores paredes para una cabina de batería. Mi amigo me cortó unas cortinas y, después de unas cuantas cajas de huevos, pudimos aislar el lugar, más o menos“.

Estas limitaciones significaron que teníamos que mantener grabaciones bastante simples y siento que esto marcó el tono para todo el disco. Ya sea desenterrando mi bajo de la infancia para que Joe lo tocara, exprimiendo hasta la última gota de los ajustes preestablecidos de Logic o murmurando en un SM57 por primera vez, nos las arreglamos con lo que teníamos y estoy orgulloso de lo encantador que pudimos crear. Sentí que estaba aprendiendo sobre la marcha en este álbum y estoy agradecido por lo que me ha enseñado, al mismo tiempo que estoy emocionado por lo que podemos hacer a continuación. A medida que salía del agua y de mi encierro, las copias maestras del álbum también comenzaban a llegar. Un cierre apropiado para ese capítulo de mi vida y la creación de nuestro primer álbum”, remata Joe Nicklin.

Joe Martin reflexiona más sobre cómo surgió su sonido único: “Es interesante pensar en el sonido que estábamos explorando cuando empezamos a escribir juntos y en lo diferente que es gran parte del disco de ese sonido original. No establecimos una dirección musical clara y eso significaba que rara vez estábamos limitados estilísticamente, podíamos cambiar entre géneros, sensaciones y ritmos, inspirarnos en lo nuevo y lo viejo y aún así encajaba cómodamente con lo que estábamos tratando de hacer. Creo que las ocho pistas en las que terminamos ilustran eso muy bien. El disco lleva el nombre del trastero que usamos como estudio durante muchos años, hay algo bastante poético en separarnos del espacio a las pocas semanas de que saliera el álbum; un homenaje final al lugar donde todo comenzó”.