Los 10 mejores discos de electrónica de este verano 2022

Miguel Pardo selecciona los 10 disco de electrónica que han marcado la BSO de este verano de 2022.

En el primer verano bajo en restricciones después del estallido del Covid-19, hemos vivido un repunte extraordinario (y extraordinariamente insostenible) de festivales y propuestas de clubbing a nivel mundial. El que no ha ido a bailar un par de días a algún punto de europa en los meses pasados ha sido porque no ha querido ni le han invitado, pero la realidad es que la experiencia del ocio entre junio y septiembre se ha convertido en una tan exigente como la profesional o más.

Entre tanta diversión, riguroso disfrute y ebriedad, a unos cuantos se nos ha pasado -como es perfectamente normal- echar una ojeada a los lanzamientos discográficos de estos meses. Pero no nos preocupemos, en este artículo te hemos preparado una lista con diez LPs y EPs que han salido al mercado entre junio y septiembre y que a quién suscribe esto le han interesado especialmente. Estos son los mejores discos del verano:

Fantastic Man: Alltogethernow (Kalahari Oyster Cult)

El nuevo EP del productor australiano demuestra algo que ya os venimos diciendo hace un tiempo en este medio: el sello Kalahari Oyster Cult está de dulce. Tan solo la ensoñadora melodía del track homónimo, acompañada de vamps y las seductoras percusiones de trance del trabajo valen una adquisición inmediata. Este es el trabajo de un DJ, Mic Newman, que sigue haciendo grandes lanzamientos a un ritmo también incansable, sin necesidad de hacer malabares para ubicar los temas en 12” en los que todo funciona.

T-Flex: No Comment (DINAMPLATZ)

El segundo lanzamiento del sello londinense DINAMPLATZ es también otra de las grandes confirmaciones de la época estival. Primer LP de James Freeman, este “No Comment” contiene dosis de electro y techno con una producción hipnótica; pero sobre todo contiene varios temas de Jungle y remixes de un nivel impresionante. El trabajo de Datassette y todas las bonus tracks de la versión digital completan un trabajo extraordinariamente ambicioso y abrumador.

Caterina Barbieri: Spirit Exit (light years)

Uno obvio. En su primer LP en tres años y el primero que lanza en su propio sello, la productora continúa su extraordinaria expedición hacia lo desconocido de la mano de sus sintetizadores. Entre la magia del modular y el poder trascendental de su música, que parece clamar a las profundidades emocionales del oyente, “Spirit Exit” se permite más experimentos -tanto vocales como acústicos- que sus predecesores. Pero por eso mismo, se permite igualmente más concesiones que, sin convertirlo en un álbum pop, tienden a estructurar de forma más humanista la sintética propuesta de Barbieri.

Grim Lusk: Diving Pool (Domestic Exile)

El regreso de Murray Collier al sello escocés después de cuatro años sin utilizar su seudónimo es un ejercicio turbador de oscuridad, dub y matices microscópicos. Tracks como “Not Enough” o la homónima destilan una perversión húmeda, flotante y vasta que cuesta encontrar hasta en expertos del estilo como Shackleton. Lo poco que parece acontecer en las apenas seis canciones, es en realidad una condensación de detalles y una acumulación de mutaciones espeluznante; un trabajo brillante.

Pariah: Caterpillar (VOAM)

Algún lanzamiento de techno extravagante y texturado no podía faltar. El nuevo EP de Arthur Cayzer en el sello que comparte con Blawan es uno de esos trabajos que podrían funcionar para una escucha atenta o para derretir una pista de baile. En apenas tres temas Pariah tiene tiempo de jugar a distorsionar toda clase de recursos, creando samples guturales de sintetizadores que se vierten sobre los ritmos o en contraste, acelerados y nerviosos cortes que juegan en la delgada línea de lo abyecto.

Naco: Noian (Scuffed Recordings)

Y como no podía faltar, un poco de bass. Naco lanzaba hace unas semanas su segundo EP en el sello británico Scuffed Recordings, cuya propuesta de bass exacerbado y experimentos delirantes recuerda a la de All Centre. Dos sellos trabajando en esto con artistas tan originales como éste, residente en Kyoto. Los breaks, las rupturas y las percusiones coloridas protagonizan un trabajo breve pero de una intensidad sofocante. Pura energía.

HAL: Placid (Counterchange)

El nuevo trabajo de este discreto productor residente en Leipzig, es una absorbente y profunda muestra de cómo se realiza música de baile que sea hipnótica pero brillante. Entre un dub techno de grandes y abisales espacios y una energía de trance precario y dulce, “Placid” produce y resuelve en 35 minutos una cantidad de tensión extraordinaria. Ritmos infinitos, un leve aroma a los inacabables jams de las primeras producciones de Henke… Este lanzamiento es un acierto contundente.

Rene Wise: Knock Motion (Blueprint)

Andrew Shobeiri es uno de esos productores que nos sigue demostrando con qué gusto y criterio pueden llegar a trabajar los jóvenes en la esfera del techno. Su nuevo trabajo en Blueprint es variado, fresco, y propone ideas muy diversas pero siempre con un hilo conductor; unas herramientas de sonido profundo rudo y espacioso. Shobeiri no se permite prisioneros pero tampoco tiende hacia la velocidad excesiva ni la rudeza distorsionada: su estilo sigue siendo extraordinariamente maduro para el tiempo que lleva en la industria. Imposible quitarle el ojo.

Kincaid: Sugar (Control Freak Recordings)

Joe Arthur lanzaba a comienzos de julio un EP extraordinariamente original en Control Freak. Su combinación de sampleos vocales crudos con UK Bass, algo de techno y el color de sus temas, hicieron de este “Sugar” una referencia ideal para el verano. Sin llegar a un sonido extraordinariamente experimental, tracks como la homónima o “Sycamore” son capaces de desubicar completamente el oído del oyente sonando extraordinariamente luminosas. No es pop, pero tampoco es bass, sino que es una combinación sugerente y muy difícil de predecir que hará las delicias de quienes gustan del sonido británico.

Forest Drive West: Creeper (Ilian Tape)

Joe Baker es otro de esos productores que nunca duerme. Hace poco reseñamos aquí su último EP, “Recursion”, que no siempre nos convenció. Pero su nuevo 12” pulgadas para Illian Tape es otra cosa. Entre el Drum & Bass y el un tribalismo salvaje, de percusiones belicosas, “Creeper” propone un escenario agresivo, exótico y sin embargo extraordinariamente sofisticado. En este trabajo también caben breaks y cómo no, una especie de influencia ancestral del jungle y el ambient que caracteriza muchos de los lanzamientos del sello de los Zenker. Mucha tensión y nervio, pero mucha suntuosidad.